El mayordomo del Santuario de la Virgen de Luna, Joaquín Domínguez, ha anunciado esta jueves las actuaciones que se van a desarrollar en la ermita, situada entre las localidades cordobesas de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba, para luchar contra la plaga de termitas que desde hace unos meses se ha hecho presente en la cubierta y las puertas del edificio central del conjunto de la Jara.

A través de una nota, Domínguez ha explicado que fue el santero de la ermita quien comunicó la existencia de dicha plaga, por lo que se decidió actuar contra "un problema que ahora mismo está controlado, pero que puede ir a más y causar daños graves en la estructura de la ermita si no se erradica".

El mayordomo ha señalado que el trabajo se divide en una primera fase, destinada a la erradicación de las termitas, mientras que la segunda consiste en la reparación de los daños causados. Asimismo, Domínguez ha indicado que "se ha contratado a la empresa pozoalbense Laboratorios Quifar para detectar los focos e iniciar el tratamiento".

Domínguez, que ha detallado que las actuaciones contra la plaga costarán en su fase inicial en torno a 6.000 euros, ha pedido la colaboración de instituciones públicas y privadas, porque "la Mayordomía no puede asumir este coste, ni el que vendrá después".

El mayordomo ha agradecido la disposición del Ayuntamiento de Pozoblanco a colaborar, ha anunciado contactos con la Diputación de Córdoba y no ha descartado el apoyo del Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba, aunque ha matizado que "aún no hay nada en concreto de estas negociaciones en busca de fondos".

Por este motivo, Domínguez ha anunciado que si fuera necesario se optaría por una suscripción popular para sufragar los gastos de estas actuaciones, que "tienen que garantizar el futuro de nuestro santuario".

"tratamiento complejo"

Por su parte, el director de Laboratorios Quifar, Francisco Cantero, ha explicado cómo se desarrollarán las actuaciones y ha subrayado que se trata de un "tratamiento complejo" que está basado en "una serie de trampas que se distribuirán por el entorno de la ermita para intentar capturar las termitas".

Para concluir, Cantero ha incidido en que este es un "tratamiento lento pero bastante seguro". El acuerdo entre Quifar y la Mayordomía se extenderá durante cinco años e incluye el control de la plaga y el seguimiento de la misma.