Una treintena de especies de peces marinos utilizan el estuario del Guadalquivir para criar

Un nuevo trabajo realizado por investigadores del Centro Oceanográfico de Cádiz del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía, adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), analiza por primera vez las relaciones tróficas de la comunidad de peces del estuario del Guadalquivir, lugar donde crían alrededor de una treintena de especies de peces marinos.

Un nuevo trabajo realizado por investigadores del Centro Oceanográfico de Cádiz del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía, adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), analiza por primera vez las relaciones tróficas de la comunidad de peces del estuario del Guadalquivir, lugar donde crían alrededor de una treintena de especies de peces marinos.

Hasta la fecha no existía información sobre estas relaciones en el estuario del Guadalquivir, pese a que desde 1997 se ha llevado a cabo un extenso programa de muestreos mensuales, financiado por la Junta de Andalucía, en el que han participado, además de las instituciones señaladas, el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentarla y de la Producción Ecológica (Ifapa) y la Universidad de Córdoba.

En una nota, el IEO ha informado de que este nuevo estudio analiza la dieta de 5.725 peces de diez especies diferentes, capturados a lo largo de un año. Para ello, se estudió el contenido estomacal de estos individuos, identificándose un total de 88.101 presas. Este trabajo, con una resolución espacial y temporal sin precedentes, ha permitido analizar las relaciones tróficas, no solo a nivel de especie, sino también a nivel de individuo.

Los resultados indican que existen dos grupos tróficos diferenciados, cuyas presas principales son copépodos y misidáceos, unos diminutos crustáceos muy abundantes, respectivamente. El trabajo demuestra que el grado de solapamiento de las dietas a nivel de especies es elevado. Sin embargo, al analizar los datos a nivel de individuo aparece una enorme variabilidad en las dietas.

En concreto, se ha detectado dos tipos de comportamiento en individuos de la misma especie: los que presentan muchas presas en sus estómagos y que seleccionan preferentemente las presas más comunes, y los que presentan menos presas en sus estómagos y seleccionan preferentemente presas menos abundantes.

Este trabajo supone "un paso más" para entender las consecuencias de las relaciones tróficas en las dinámicas ecológicas y evolutivas de las poblaciones naturales en los estuarios, según han agregado.

La mayoría de las especies de peces tienen ciclos de vida complejos, en los que pasan a través de diferentes niveles tróficos y ocupan diferentes hábitats. En este sentido, los estuarios son ampliamente reconocidos como importantes zonas de cría, que soportan de manera natural, debido a su elevada productividad, altas densidades y elevadas tasas de producción de estadios jóvenes de numerosas especies marinas de peces.

Este trabajo ha servido para que el investigador del Centro Oceanográfico de Cádiz del IEO Francisco Baldó Martínez obtuviese el grado de doctor en la Universidad de Cádiz. La tesis doctoral titulada 'El estuario del Guadalquivir como zona de cría de especies marinas de peces. Relaciones tróficas' ha sido dirigida por la investigadora del CSIC Pilar Drake, y el investigador del Swiss Federal Institute of Aquatic Science and Technology Carlos J. Melián.

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