En lo que va de verano, las llamas han devastado aproximadamente más de 12.000 hectáreas de superficie forestal en España. Mientras que el año pasado la comunidad autónoma más afectada por los incendios fue Galicia, en la que según la Xunta sólo en el mes de agosto ardieron casi 80.000 hectáreas, este verano el fuego se está cebando con las islas Canarias.

El 27 de julio se declaró el primer incendio estival en La Gomera en cuanto a dimesiones y daños causados. Ardieron unas 160 hectáreas de hayas, brezos, pinos y frutales y viñedos, pero lo peor estaba aún por llegar. Horas después se detectó otro en las cumbres de Gran Canaria, un fuego que ha obligado a evacuar a 2.200 personas del sur y el suroeste de la isla, donde han ardido de momento entre 4.000 y 5.000 hectáreas de terreno.

Las llamas han afectado a la reserva natural de Inagua, donde habitan especies en peligro de extinción como el pinzón azul, y Paulino Rivero, presidente del Gobierno Autónomo, ha calificado la situación de auténtica "catástrofe natural".

Mientras, en la mañana del lunes 30 de julio se declaró un incendio en Tenerife , donde a última hora del día el fuego afectaba a cuatro municipios y la superficie quemada se extendía a las 2.500 hectáreas.

Incendios en Andalucía

Aparte de las Canarias, algunas poblaciones de Andalucía han sufrido también de la fiebre de los incendios estivales. En Niebla, Huelva, este fin de semana han ardido más de 1.000 hectáreas de pinar y eucaliptal, en tanto que en el Cerro Muriano, en Córdoba, se ha dado por controlado un fuego después de arrasar 4.100 hectáreas.

También este lunes quedó controlado un incendio en un paraje de El Garrobo, en Sevilla, donde quedaron quemadas 350 hectáreas.

148.826 hectáreas en 2006

Entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2006, los incendios devastaron 148.826,9 hectáreas de superficie forestal, una cifra superior a la media de 123.458,7 hectáreas quemadas anualmente en los últimos 10 años, según datos del Ministerio de Medio Ambiente .

En total, el año pasado se produjeron 54 grandes incendios forestales (de más de 500 hectáreas de superficie), el máximo de la década y más del doble de la media anual en este período, de 25 grandes incendios.