Un estudio sobre el control de la mosca del olivo ('Bactrocera Oleae') realizado por el grupo de investigación 'AGR 163 Entomología Agrícola' de la Universidad de Córdoba (UCO) y del Campus Internacional Agroalimentario (ceiA3), que dirige el profesor Enrique Quesada, ha obtenido el III 'Premio Internacional Castillo de Canena de Investigación Oleícola Luis Vañó'.

Así lo ha comunicado la UCO en una nota, en la que ha explicado que este premio lo concede la empresa oleícola 'Castillo de Canena' y la Universidad de Jaén (UJA), en colaboración en esta edición también con la Universidad de California Davis (Estados Unidos).

El trabajo, que lleva por título 'Un método eficaz, viable económicamente y respetuoso con el medio ambiente, para el control de la mosca del olivo Bactrocera Oleae', fue especialmente valorado por el jurado, que integraban ocho investigadores de reconocido prestigio internacional y presidido por el rector de la Universidad de Jaén.

En su fallo valoró la relevancia del asunto que aborda este estudio, al enmarcarse en el ámbito del medio ambiente, los tratamientos sostenibles y al tratarse de una temática "de enorme importancia para la producción y calidad de los aceites de oliva como es la mosca del olivo".

"Los hallazgos están asentados en los resultados obtenidos durante cuatro años, un período que da consistencia a las conclusiones. La metodología es apropiada y su aplicación al sector es alta", ha reflejado el acta del jurado, que ha definido el trabajo como "muy original".

El premio, dotado con 6.000 euros, será entregado a los ganadores el próximo 7 de abril en un acto protocolario que tendrá lugar en el Castillo de Canena, situado en Jaén, y en el que se presentará también el trabajo en una publicación bilingüe.

Problema ambiental

La mosca del olivo, como se denomina comúnmente, es un insecto que puede provocar hasta el 40 por ciento de pérdida en la producción. Hasta ahora, los agricultores habían empleado insecticidas químicos de síntesis para su control, pero la puesta en práctica de una directiva europea de uso sostenible de insecticidas en 2014 ha fomentado el desarrollo de otro tipo de fitosanitarios.

El trabajo desarrollado por el equipo premiado centra su esfuerzo en un hongo como alternativa biológica para derrotar a este invertebrado. Trabajando en campos de cultivo convencionales, han logrado reducir la densidad de población de la mosca del olivo en un 50 por ciento con este sistema de control biológico basado en el uso de un enemigo natural de la mosca del olivo, el hongo 'Metarhizium brunneum'.