La repartirán entre los vecinos para que hacer un cocido. Mide más de medio metro de altura y otro tanto de ancho, pero lo que impresiona son sus 30 kilos de peso y su estructura perfecta: es una calabaza gigante cultivada por una vecina de Monteagudo.Su dueña, Asunción Buendía Ruiz, no lo entiende. Ella segura que casi no riega su huerto porque no tiene autorizada el agua. «Sólo riego cuando mi hermano me da agua de su pozo».
Su consuegro un día le llevó las semillas, que compró en un mercadillo, y Asunción las plantó y las mimó, pero sin intención de recoger nada especial.
Hoy tiene sobre la mesa de su cocina una calabaza de 30 kilos que apenas puede mover con la ayuda de su marido, pero que muestra con mucho orgullo a este diario. Además, ya sabe qué va a hacer con ella. «Pienso regalarla entre los vecinos, para que hagan cocido».
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