Un perro adiestrado para detectar explosivos del Ejército colombiano murió al pisar una mina antipersonal, lo que evitó que 30 soldados fueran víctimas de la explosión, ocurrida en una zona rural del municipio de Suárez, en el suroeste del país, informaron este jueves fuentes castrenses.

Azabache, un labrador que había participado los últimos tres años en operaciones de la Tercera División del Ejército, fue alcanzado el miércoles por el estallido de un artefacto explosivo cuando pasaba junto a un grupo de militares por el caserío Patio Bonito, en el departamento de Cauca.

La detonación alertó a los soldados, que de inmediato corrieron a socorrer al perro y le prestaron los primeros auxilios antes de trasladarlo en helicóptero a un centro veterinario en la ciudad de Cali.

Según el análisis realizado por veterinarios de la Tercera División, la onda explosiva le causó heridas internas que desencadenaron en la muerte del can, al que le faltaban dos años para abandonar su destino militar.

"Al igual que por cualquiera de nuestros soldados, sentimos un pesar muy grande por la muerte de Azabache, quien había logrado ubicar una gran cantidad de explosivos durante sus tres años de trabajo en la institución", dijo el comandante de la Tercera Divisón, general Luis Rojas.

El jefe militar indicó que el equipo al que pertenecía Azabache se encontraba en una zona de difícil acceso, donde tienen influencia fuerzas del narcotráfico.

El labrador destacaba entre los 450 caninos que forman parte del escuadrón antiexplosivos de la Tercera División y ya era reconocido por sus compañeros pues los había salvado justo el martes pasado de otras dos minas antipersonal.

Este jueves, Azabachefue despedido con una ceremonia militar y sepultado cerca del puesto de mando de la Fuerza de Tarea Apolo en el Cauca.

En Colombia, las minas antipersonal y otros artefactos explosivos utilizados en el conflicto armado que padece el país desde hace más de cinco décadas han causado 11.800 muertos o heridos durante los últimos 25 años, según cifras de la ONG Campaña Colombana Contra Minas (CCCM).

Aunque no existen cálculos oficiales sobre la cantidad de artefactos sembrados, el Gobierno estima que el desminado podría demorarse al menos una década.

Según la CCCM, el coste de desminar un metro cuadrado ronda los 1.000 dólares en comparación con los 1,20 dólares que cuesta fabricar una mina.