La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a un hombre a 11 años y tres meses de cárcel por matar a martillazos a un vecino el 31 de diciembre de 1.999 en Castalla.

Ese día, según la sentencia, el penado por un delito de asesinato con alevosía condujo su coche hasta el paraje El Charco de Castalla, y se encontró allí a la víctima, con quien mantenía una enemistad porque había colocado una cadena con candado para cerrar el acceso a un camino que utilizaba el procesado.

Comenzó entonces una discusión entre ellos. Cuando la víctima se marchó, el acusado se dirigió a su vehículo, cogió un martillo y se encaminó hacia el ahora fallecido, "propinándole con intención de matarlo dos fuertes martillazos en la cabeza cuando éste se encontraba de espaldas y desprevenido al no esperar ataque alguno, careciendo de toda posibilidad de defensa", según el tribunal alicantino.

A continuación, se entregó en el cuartel de la Guardia Civil de Castalla y confesó el crimen.

Como consecuencia de la agresión, la víctima fue intervenida "quirúrgicamente el 31 de diciembre de 1.999 y el 2 de febrero del 2.000, quedando en estado vegetativo crónico y de coma hasta que falleció a causa de las lesiones sufridas el 15 de octubre del 2.001", relata el fallo.