Miles de atrapados por las obras del metro en el centro

La reordenación del tráfico colapsa Colón, Xàtiva, Marqués del Turia y el túnel de Germanías; 40 policías informaron a destajo ayer a los conductores.
Así estaba la calle Xàtiva ayer a mediodía a la altura de la plaza de toros.(Begoña Gómez)
Así estaba la calle Xàtiva ayer a mediodía a la altura de la plaza de toros.(Begoña Gómez)
Así estaba la calle Xàtiva ayer a mediodía a la altura de la plaza de toros.(Begoña Gómez)

No por anunciados los desvíos de tráfico con motivo de las obras de la línea T-2 del metro en el centro fueron ayer menos caóticos. La calle Alicante cambió de sentido (ahora va hacia Xàtiva), lo que provocó un monumental atasco desde Colón hasta San Agustín. Además, como si de un efecto dominó se tratara, la congestión afectó durante todo el día al recorrido de la ronda interior.

Sin embargo, lo peor fue en las horas punta, principalmente de 14 a 15 horas, y a partir de las 18. Los datos de la Sala de Control de Tráfico a media tarde eran elocuentes: 4.972 vehículos por hora cruzaron el túnel en dirección hacia Germanías (está cortado hacia la plaza de España), 4.661 en Xàtiva, 3.454 coches en Marqués del Turia y 1.598 en Colón.

Según fuentes de la Policía Local, el día transcurrió «sin incidencias importantes», y achacaron los atascos a las peticiones de información de los conductores a los 40 agentes encargados de regular la circulación. «Mucha gente acostumbrada a girar por la calle Alicante desconocía que tenía que ir hasta Jesús, y explicar eso a tanta gente provocó retenciones», aseguraron.

Los cortes, desvíos y cambios de sentido durarán hasta principios de marzo, y afectan también a 15 líneas de la EMT, que ha suprimido 45 paradas en el centro.

Atrapados en el atascazo

Eric Vivares. Repartidor de 29 años.

«Llevo desde las nueve de la mañana repartiendo en el centro de la ciudad. De normal, es complicado llegar a punto en los repartos, pero hoy la cosa ha ido a peor. Circular hasta la calle Colón ha sido un suplicio. Ahora me voy a casa a comer y no sé a qué hora voy a llegar. El corte por la obras está provocando muchos atascos; menos mal que es verano y hay poca gente. Yo lo llevo mal, pero espero que dentro de poco vuelva todo a la normalidad».

Amparo Díez. Tiene 28 años. Conductora.

«Llevo bastante mal lo de las obras en el centro de la ciudad. He salido de trabajar a las dos del mediodía de la zona de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, y el reloj me marca las tres y estoy aquí, en la plaza de toros. Las obras ponen nervioso a cualquiera y ahora, con el calor que hace, aún más. Lo único que espero es que las obras duren poco y que circular por la ciudad vuelva a ser como antes, con atascos, pero a horas punta».

Víctor Latorre. Es transportista. Tiene 35 años.

«Me ha tocado meterme por callejuelas para poder llegar a punto a todos los repartos que tengo que hacer. Es la primera vez que vengo a la calle Colón y la impresión que me he llevado es de follón total. Es comprensible que las obras las hagan en los meses de vacaciones, ya que es cuando hay menos gente; sin embargo, para los que seguimos trabajando pasar por el centro de la ciudad se convierte en una misión imposible».

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