Los jóvenes vigueses han optado por aparcar el coche en casa y pillarse el bus para salir de marcha.

El pasado fin de semana, el primero en que estuvo en funcionamiento el Noitebús en la ciudad, un total de 481 chavales apostaron por montarse en pandilla en el autocar y viajar a Baiona sin pensar en los peligros de la carretera y evitando así mezclar volante y alcohol.

De las 24 rutas que hay en toda Galicia, la que hace el trayecto Vigo-baiona y viceversa fue la más utilizada con diferencia.

Entre todas sumaron un total de 2.690 pasajeros.

En el lado opuesto está la ruta coruñesa que conecta Vivente con Santa Comba, que no logró atraer a ningún ocupante durante las tres noches en las que se habilitó el servicio.

Quejas ciudadanas

Sin embargo, en materia de transporte interubano y conexiones entre ciudades y rural hay todavía múltiples carencias.

Después de que la Xunta anunciase la puesta en marcha del servicio Chama ao bus, en el que los vecinos del rural podrán solicitar vía telefónica el autocar (como si fuera un taxi), los posibles usuarios han dado a conocer su precaria situación actual.

"Completamente abandonados", así lo resumía una lectora de 20minutos, vecina de Vilaboa.

Según ella, en su municipio falta un servicio de autobús que permita a la gente trasladarse hacia Vigo, donde habitualmente trabajan la mayoría.

"Sólo si tienes un coche particular puedes moverte", señalaba indignada esta lectora.