Dicho y hecho. Durante su desesperada y breve estancia en la cárcel, Paris Hilton prometió que, una vez recuperada su libertad, sería otra persona, más espiritual y volcada en ayudar a los demás.

Fiel a su palabra, la rica heredera del imperio hotelero ha comenzado su labor humanitaria participando en una subasta a beneficio de una asociación que ayuda a niños con lesiones medulares.

El organizador, Jesse Billauer, un ex surfista paralítico a causa de un accidente, es también amigo de Paris.

La joven multimillonaria participó en la puja ofreciendo 17.500 dólares por una lecciones de surf con Billauer y con el actor Adam Sandler, y ganó.

También hizo una labor humanitaria con el vestido blanco y negro que llevó esa noche, que compró a un estudiante de moda de 19 años llamado Jonathan Bash, al que conoció por casualidad.

"El me dijo que me adoraba, a mí y a mi estilo, y me enseñó 30 vestidos que había diseñado solo para mí. Me asombró su increíble talento", aseguró la heredera, según informa la página web de la revista People.

Respecto al cariñoso trato que recientemente dispensó al surfista Tyler Atkins, de 21 años, en las playas de Malibú, ella asegura que todo era cuestión de "negocios". "Ahora estoy centrada en hacer una película", aseguró, pese a que días anteriores habló de un nuevo disco.

En su ajetreada agenda, Paris asegura que sigue haciendo hueco a la labor social.

"Estuve en el Hospital Infantil de Los Angeles visitando a todos los niños y bebés prematuros en la sala de Oncología" relató el pasado domingo.