Pasear durante estos días por la ribera del Guadalquivir a su paso por la ciudad puede convertirse en toda una odisea debido al olor pestilente que desprende el río. Los residentes denuncian esta situación, que es más evidente durante la noche y que no es nueva, ya que se viene repitiendo verano tras verano.

La presidenta de la Asociación de Vecinos Puente Romano, Carmen Sevilla, calificó de «extremadamente desagradables» los olores que pueden respirarse en las casas cercanas al río en los últimos días. Desde el otro margen, la sensación es similar, aunque consideran que la realidad no es tan preocupante como en años pasados. La máxima responsable de la Asociación de Vecinos de La Axerquía, Juana Pérez, señala que las molestias son mayores en unas zonas más que en otras.

El responsable de este particular aroma es la basura que se acumula en los márgenes del río. «Es una vergüenza cómo están las orillas, puesto que te puedes encontrar de todo, desde bolsas, hasta cajones de madera o carritos de compra», destaca Sevilla. Pérez añade que «se siguen acumulando residuos en el río», todo ello a pesar de que el Ayuntamiento lo limpió en enero. Guerra institucional

El mal estado del río en su tramo urbano ha sido motivo de recurrente polémica entre el Consistorio y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). Ambos se han pasado meses tirándose la pelota a sus respectivos tejados. Los vecinos piden a las dos partes que se pongan de acuerdo de una vez en este asunto.