El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha advertido este jueves que la actual sociedad vive "en un mundo amenazado constantemente con acciones que rompen el equilibro y la paz del mundo", en este caso señala al "terrorismo, persecución, refugiados, trata de personas y esclavitud".

En su opinión, se trata de "un mundo desequilibrado, que está viviendo la tercera guerra mundial por etapas", según ha señalado en su carta semanal, a la que ha tenido acceso Europa Press, y en la que cita al Papa Francisco, cuando dice que "el mundo necesita reconciliación en esta atmósfera de tercera guerra mundial por etapas que estamos viviendo".

A juicio del obispo, "no podemos permanecer indiferentes, escudados en nuestro bienestar de occidente y pensando que tales problemas no nos afectan a nosotros". Para ello, recomienda "adoptar una postura de buen samaritano" con una parábola de Jesús, como "la actitud con que la Iglesia, cada cristiano y la entera humanidad han de reaccionar ante los males presentes".

De este modo, subraya que "la indiferencia se vence con la solidaridad, como ha hecho Jesucristo, que al hacerse hombre se ha unido de alguna manera con cada hombre, ha cargado con sus miserias y le ha llevado a la posada de su Iglesia, de la comunidad, para ser sanado de sus heridas".

En este sentido, ha manifestado que "sólo una cultura de la solidaridad puede vencer el egoísmo de nuestras indiferencias", de manera que ha resaltado que "el Año de la misericordia es una nueva invitación a salir al encuentro de toda persona que sufre, acercarnos a ella, dejarnos conmover por su situación y compartir su sufrimiento para aliviarlo con el bálsamo de nuestro amor".

Entretanto, apunta que "la llegada de un nuevo año es motivo de esperanza para todos, pues todos esperamos mejorar en tantos aspectos de nuestra vida", a lo que añade que "un año nuevo invita a una vida nueva, y más este Año de la Misericordia, que ofrece por parte de Dios más abundante gracia para la conversión".

"sacramentos del perdón"

Así, valora que "Dios invita de nuevo a volver a su Casa, a la Iglesia, a los sacramentos del perdón y la Eucaristía, y para eso derrocha su gracia en nuestros corazones". Por tanto, agrega, "Si Dios nos quiere tanto y quiere siempre nuestro bien, cómo permanecer rezagados, perezosos, en medio de nuestras malas costumbres, nuestros vicios, nuestros pecados".

Por todo ello, Demetrio Fernández ha declarado que "un año nuevo invita a una vida nueva, a una vida de gracia, a una conversión radical", de modo que aconseja acoger "con esperanza esa misericordia de Dios".