La Confederación de Asociacións de Nais e Pais (ANPAS) Galegas ha mostrado su apoyo al menor con necesidades especiales del colegio Manuel Rivero de Lalín (Pontevedra), en donde un grupo de familias ha, no obstante, decidido no llevar a sus hijos a clase durante un par de días como medio de protesta para conseguir el traslado a un centro de educación especial de ese niño.

A través de un comunicado, la confederación de ANPAS ha mostrado su apoyo al "derecho a la inclusión de todos los niños dentro de los centros educativos ordinarios" y han expresado que los centros de educación especial "deben estar reservados para casos muy específicos y utilizarlos siempre desde el punto de vista de la convivencia para el alumno que asiste a sus clases".

Así, han indicado que "en ningún momento se deben usar estos centros como método para retirar de las clases ordinarias a ningún niño, poniendo como excusa hipotéticas molestias que puedan causar para sus compañeros".

Para la confederación de padres y madres, la inclusión de personas con necesidades específicas en el ámbito educativo, "y en el resto de la vida", necesita "varios condicionantes" para ser "efectiva".

Al respecto, citan que es "necesario el acercamiento de medios niveladores, tecnológicos, sanitarios, personales y estructurales, que posibiliten al máximo la participación de estas personas en la vida cotidiana del grupo en el que se integre".

"con presencia y participación de profesionales"

También consideran "imprescindible" que la inclusión se realice "con la presencia y participación de profesionales" y, en este sentido, apuntan que "si es necesario, habrá que disponer de personal de apoyo en cantidad suficiente como para garantizar la comodidad física y psicológica de las personas con necesidades específicas".

La confederación de ANPAS ha advertido de que "tiene que existir un claro propósito de inclusión". "No es suficiente con permitir que una persona con necesidades específicas presente en la vida ordinaria de los demás, es necesario que sea parte de esa vida ordinaria, que se enriquezca con esa presencia y también que enriquezca", ha remarcado.

Los padres y madres asociados defienden el crecimiento de los niños con el "conocimiento del mundo real y diverso" existente, así como la "educación en el respeto y en la valoración de los que, de una u otra forma, no son como ellos".

Asimismo, hacen la advertencia de que "es muy habitual que las personas, y toda la sociedad, confundan educación con aprendizaje" y "valoren el paso de los hijos por los centros educativos pesando la cantidad de conocimientos que adquieren durante esos años".

Sin embargo, la confederación entiende que la educación tiene que conseguir "aportarles valores y capacidades para enfrentarse a su propio futuro" y enseñarles "cuál debe ser el comportamiento correcto en su relación con los demás". "Y por supuesto también deben incorporar conocimientos y avanzar en ellos, pero no pueden dejar a nadie en el camino, porque eso los va a hacer más débiles a lo largo de su vida", advierte.

De esta manera, la confederación de padres y madres "rechaza lo que consideran el injusto deseo de esas familias que, sin duda, pensando que buscan lo mejor para sus hijos, pretenden privar a ese niño al que quieren echar del colegio de buena parte de su futuro".

Además, les advierten de que, no sólo eso, sino que también "les están privando a sus propios hijos de las mejores lecciones que pueden obtener, las que entrega la propia realidad y el aprendizaje entre iguales".

Petición a las autoridades

Por otro lado, solicitan a las autoridades educativas que su trabajo en este y en todos los casos similares, tenga como "única meta" la inclusión de todos los niños gallegos.

Para ello, piden un sistema educativo que "se diseñe y se materialice, para que todos estén en él, aportando su personalidad, sus características y sus diferencias, y construyendo una sociedad más justa y más equitativa".