Todos estos desperdicios suponen diariamente cerca de 7.000 kilos de basura y subproductos de la pesca, de los que un 80% son agua y sólo quedan en sólido una tonelada y media, a la que hay que restar aún el peso de algunas vísceras o partes que contengan metales pesados o elementos inutilizables.

«Nuestra pretensión es conseguir deshacernos de un 100% de los residuos que se generan en nuestros muelles y además reutilizarlos de una forma eficaz», explica Carlos Losada.

Un claro ejemplo de esta declaración de principios es el apoyo que, desde septiembre de 2006, la Autoridad Portuaria ha venido ofreciendo al proyecto de investigación y reutilización de subproductos y restos de la pesca en la industria farmacéutica y en la creación de harinas de pescado de alto valor nutritivo que lleva a cabo la empresa viguesa Dilsea. El siguiente paso será aprovechar las algas como biocombustible.

Todas estas iniciativas ya se han visto recompensadas oficialmente. El puerto olívico puede presumir de haber sido distinguido con el certificado de calidad ISO-14.000 de medioambiente. «Esto no es muy habitual siendo un puerto y lo hemos conseguido gracias al esfuerzo realizado en los últimos años», añade Losada.

Mayor dotación de espacios

Miembros de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas (Anfaco) se entrevistarán hoy con el presidente de la Autoridad Portuaria, Jesús Paz, para solicitarle una mayor dotación de espacios logísticos en el puerto de Vigo y el «encauzamiento» de la actual situación de congestión y retrasos, en lo referente al movimiento de contenedores, que sufre el Puesto de Inspección Fronteriza (PIF).

Carros de la compra, congeladores, inodoros, móviles y hasta una vaca

Cada cinco o seis años se limpian las dársenas. El fondo marino puede convertirse en una caja de sorpresas, sobre todo por la basura y los objetos que se encuentran bajo las aguas.

Al contrario que el propio puerto, los vigueses no parecen muy concienciados con eso del reciclaje, ya que los operarios de limpieza rescatan a diario del agua envases, cartones, papeles, entre otros residuos.

Pero esto no es lo peor, el borde marino cercano a los muelles es utilizado por los ciudadanos como vertedero. Carros de la compra, congeladores, somieres, carritos de bebé, inodoros, entre otros muchos cachivaches habitan en el fondo de las dársenas, que sólo se dragan y limpian cada cinco o seis años. « Recuperamos cosas muy raras del agua. Una vez hasta sacamos una vaca», declaran desde el puerto.

En noviembre de 2005, los buzos de Protección Civil limpiaron el fondo portuario por última vez.