Para gestionar los centenares de taxis, se han reforzado los controladores, pasando de cuatro a diez. Estos trabajadores regulan el acceso de los taxistas y su distribución en la parada a la hora de recoger a los clientes, que forman las largas colas.

Con este refuerzo se pretende hacer el servicio más ágil y eficaz. En el aeropuerto, sólo la mitad de la flota de taxis, 5.460 vehículos, puede recoger pasaje en meses alternos en función de si su licencia es par o impar

Los taxistas han pedido restringir el acceso a vehículos particulares por la falta de espacio ante las terminales. El responsable de Movilidad del Sindicato del Taxi de Catalunya , Alfonso Orihuela, asegura que el aumento de pasajeros y de líneas de bus "complican mucho la circulación".

Problemas de tráfico

Es tal la acumulación de coches que, en determinados momentos, tienen que dejar el pasaje en tercera fila. Orihuela también criticó la falta de agentes para regular el tráfico y los diez pasos de peatones que ralentizan la marcha.

El sindicato del sector propone que los particulares transiten por dentro del parking del aeropuerto con 15 minutos de circulación gratuita para poder dejar pasaje. Así, se podría «agilizar la circulación del autobús por la parte exterior y del taxi por la parte interior».

Falta de oferta en zonas de ocio

El suplemento de dos euros ha incrementado un 58%, de media, el número de taxis por la noche.

Ahora hay 4.700 taxis más. Sin embargo, en algunas zonas siguen las quejas por falta de taxis, como en del Port Olímpic o en torno a la Rambla o la plaza de Catalunya. Algunos taxistas admiten que evitan el cierre de los locales para no tener problemas con clientes en «malas condiciones».