Saltó a la fama de la mano de uno de los más geniales pianistas que existen en la actualidad, el gran Bebo Valdés. De esa conjunción estelar a la par que mágica, nacería un hermoso hijo musical, Lágrimas Negras, para muchos el disco de música latina más importante de la década pasada.

Dos años después, Diego Ramón Jiménez Salazar, a quien Camarón de la Isla rebautizó como Dieguito el Cigala, ha vuelto a la palestra musical con Dos Lágrimas, álbum que no veremos hasta septiembre.

El disco reúne versiones de temas tan conocidos como Dos Gardenias, María de la O, Compromiso y Dos Cruces, en una mezcla de flamenco, copla y jazz latino.

Para presentarlo ante su público, que ha esperado para verle tras la cancelación de la fecha prevista el 14 de julio, el cantaor se rodeará de colaboradores de primer nivel internacional. Al piano de Guillermo Rubalcaba, hijo y padre de pianistas cubanos ilustres, se sumará el de Jaime Calabuch, la guitarra jerezana de Diego Morao; el contrabajo cubano de Yelsy Heredia y las tres percusiones de Changuito, Tata Güines y Sabu Porrina.

* Viveros. Este lunes, a las 22.15 horas. Son 37 euros. Tel.: 902 400 222.