Condenado a un año el maltratador que causó lesiones en la cara a una amiga de su expareja

La Audiencia de Valladolid ha condenado a una pena de un año de prisión a un varón con iniciales J.A.F.M. por un delito de lesiones (art. 147 del Código Penal) cometido en noviembre de 2013 sobre una amiga de su expareja, a la que golpeó y ocasionó daños en la mandíbula que le han dejado importantes secuelas.

La Audiencia de Valladolid ha condenado a una pena de un año de prisión a un varón con iniciales J.A.F.M. por un delito de lesiones (art. 147 del Código Penal) cometido en noviembre de 2013 sobre una amiga de su expareja, a la que golpeó y ocasionó daños en la mandíbula que le han dejado importantes secuelas.

Además de la referida pena privativa de libertad, en consonancia con la petición formulada por el Ministerio Fiscal, el tribunal ha impuesto al condenado que abone a su víctima, en concepto de responsabilidad civil, indemnizaciones que se elevan a casi 41.000 euros por las lesiones y las secuelas, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Los hechos se remontan a la madrugada del día 10 de noviembre de 2013, fecha en la que el ahora condenado, sobre el que pesan sendas condenas por delitos de malos tratos domésticos, una en 2009 y la segunda el mismo año de este incidente, se dirigió a la víctima, J.M.H, amiga de su expareja, cuando ésta se encontraba en el bar 'Carpio' de Cigales y tras decirle "hija de puta, lárgate de aquí", la atacó.

En concreto, la agarró fuertemente por los hombros, la golpeó en el lado izquierdo de la cara y la arrojó al suelo, lo que le ocasionó lesiones que para su curación han requerido de tratamiento médico específico, de las que ha tardado en curar 120 días y que le han dejado importantes secuelas consistentes, entre otras, en luxación reincidente de la articulación témporo-mandibular.

Durante el juicio, la víctima, cuyo letrado, Carlos Hortelano, solicitó una condena de tres años de prisión, ratificó su versión de los hechos, mientras que el agresor admitió haberle propinado un empujón pero no un puñetazo, ni que la joven llegara a caer al suelo.

La anécdota la puso en el juicio la exnovia del condenado, dado que cambió su versión de lo ocurrido y, si al inicio del procedimiento se había puesto del lado de la denunciante, en el acto del juicio oral sostuvo que J.A.F.M. tan sólo empujó a su ahora examiga y que ni siquiera la vio caer.

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