Las Cortes de Castilla y León están promoviendo una declaración sobre la situación surgida en Cataluña tras las elecciones del pasado 27 de septiembre que lleva por título 'Por el futuro de todos', que busca la implicación de la clase política y social castellanoleonesa en el apoyo de las instituciones del Estado, el rechazo a la independencia territorial planteada fuera de la Constitución y la defensa del "consenso básico y el diálogo" para adoptar las "decisiones que proceda adoptar" ante la situación catalana.

Esta declaración, que ha sido elaborada por los catedráticos y reconocidos juristas de la Universidad de Valladolid Fernando Rey y Jesus Quijano, ya cuenta con la adhesión de los grupos parlamentario de PP, PSOE, Ciudadanos y UPL, tan sólo ha quedado fuera 'Podemos', que ha rechazado sumarse a esta iniciativa. Se trata de una declaración que busca la implicación y la postura unitaria de la sociedad castellanoleonesa en contra de "una estrategia de desgarro" que puede tener consecuencias "imprevisibles" para España y para Cataluña.

El texto de esta declaración se ha remitido a quienes han sido presidentes del Gobierno regional desde 1983, quienes han presidido las Cortes, quienes han sido portavoces parlamentarios, presidentes y ministros vinculados con Castilla y León, presidentes actuales de instituciones de autogobierno, actuales presidentes de diputaciones provinciales y alcaldes de capitales de provincia y de municipios de más de 20.000 habitantes, responsables de los sindicatos, organizaciones empresariales y profesionales, cámaras de comercio, ONGs, directores de medios de comunicación y quienes han sido distinguidos con los premios 'Castilla y León'.

En definitiva, se trata de buscar la adhesión de unas 200 personas a un texto que surge desde una Comunidad Autónoma "que contribuyó decisivamente a lo largo de la historia a configurar la realidad que es España" ya que Castilla y León "más que desarrollar una identidad diferenciada, aportó la suya para formar un espacio común donde han podido integrarse identidades plurales".

'Por el futuro de todos' tiene su origen en la situación planteada en Cataluña, que "resulta preocupante para el conjunto de España" ya que "abusando de una mayoría de los escaños que no se corresponde con una mayoría de los votos, y con un total desprecio a la legalidad constitucional ha planteado, desde del Parlamento de Cataluña, el intento de imponer la denominada desconexión unilateral del Estado español a una mayoría de ciudadanos que no comparten tales objetivos".

La declaración reconoce que Cataluña forma parte "inseparable" de ese espacio común que la historia "ha decantado desde hace siglos" y tacha de "no comprensible y no útil" poner en cuestión un vínculo tan prolongado "y tan intenso en un momento" en el que todos están comprometidos en "procesos supranacionales de mayor envergadura" y recuerda que "España no ha existido nunca sin Cataluña y Cataluña sin España".

Pero además, el texto recoge que España "sería más débil sin Cataluña y Cataluña pondría en riesgo su propio futuro europeo e internacional fuera de España" y que no hay más razón que lo avale "más allá de la exacerbación política de un sentimiento identitario, que merece respeto pero que en absoluto justifica los intentos secesionistas".

"hechos diferenciados reconocidos"

Al respecto, la declaración reconoce que, desde la posición integradora de Castilla y León, "se comprenden mejor y se respetan" las diversas identidades que forman el conjunto de España, la de Cataluña "junto con otras, en particular" por lo que no hay "inconveniente en que los hechos diferenciados que la caracterizan sean jurídicamente reconocidos y protegidos, sin prejuicio de la igualdad básica, en los derechos y deberes, entre todos los españoles".

Sobre la Constitución de 1978, la declaración reconoce que "ha sido un marco democrático adecuado y fructífero para combinar la unidad del proyecto común de España y la diversidad de las comunidades que la integran", un marco jurídico "que ha propiciado desarrollo y progreso, no exento de problemas en algunas etapas" a lo que añade que Cataluña no sólo ha formado parte de ese modelo, sino que "en gran medida" lo ha liderado "en su devenir, tanto por las políticas propias que más tarde han inspirado a las demás comunidades como por la posición de árbitros de la política nacional que con frecuencia han ostentado algunos partidos nacionalistas catalanes".

Igualmente, el texto subraya el grado de descentralización y autonomía logrado "nunca antes conocido en la historia" de España así como un nivel "competencial" que "en nada tiene que envidiar" al de los estados de estructura federal, y matiza que la profunda autonomía "ha sido compatible con un elevado grado de interdependencia entre los diversos territorios".

La declaración aboga por seguir manteniendo el modelo conocido "que mantiene tanta vigencia como utilidad" pero sin perjuicio de "iniciativas consensuadas de reformas que contribuyan al perfeccionamiento y profundización del modelo y a un mejor encaje entre lo particular y lo común", pero siempre dentro de un contexto "negociado" y dentro de una legalidad "generosa y abierta" para lograr el desarrollo del modelo convenido, y no desde "su ruptura o desgarro unilateral".

"más pobres económicamente y como comunidad política"

Los castellanoleoneses perciben "con la cabeza y con el corazón a Cataluña como parte del proyecto de convivencia en común" continúa la declaración, que alerta de que "una eventual opción de secesión, cuyos efectos concretos no han sido enunciados con precisión ni sinceridad" harían a todos "más pobres desde el punto de vista económico" pero también "menos fuerte como comunidad política".

El texto recuerda a los castellanoleoneses que se marcharon a Cataluña y allí encontraron "una oportunidad laboral o profesional" y allí formaron una familia y allí han desarrollado su vida "y en la inmensa mayoría de los casos lo han hecho integrando esa doble condición en la que se combina la sensibilidad por su tierra natal, con la aproximación cultural y lingüística a una identidad que han percibido como compatible". "Ellos son probablemente los mejores testigos de una simbiosis entre lo castellano y lo leonés y lo catalán"

El texto concluye haciendo, "desde la legitimidad histórica", un llamamiento a "la sensatez responsable, a la racionalidad y al cumplimiento de las reglas de la legalidad democrática" al tiempo que pone de manifiesto los "riesgos y perjuicios de todo tipo, sociales y económicos, culturales y personales, además de políticos" pero que todavía pueden ser evitados "con la apuesta compartida por un diálogo que ponga freno a una estrategia de desgarro, de dispersión y de tensión con consecuencias imprevisibles para Cataluña y para España".

Asimismo, reitera el rechazo de los firmantes a las iniciativas unilaterales de secesión y el compromiso con la defensa de la Soberanía Nacional "que reside en el pueblo español" así como de la "indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos".