La multinacional sueca Ikea se plantea los terrenos de Rabassa como única ubicación posible para implantar su tienda y el centro comercial que va aparejado al proyecto de Alicante. Así, han advertido a las administraciones de que se ha llegado a un "punto crítico" desde el que tienen que empezar a "pasar cosas".

En declaraciones a medios de comunicación, la directora de Expansión de Ikea para España, Asunta Enrile, ha subrayado que la empresa firmó un contrato "finalista" con un promotor en 2009 sobre una parcela ubicada en terrenos del barrio de Rabassa que "por ubicación" y "visibilidad" es la única posibilidad que contemplan para instalarse en la provincia de Alicante. Así, ha rechazado que se hayan planteado ubicaciones alternativas "ni en Elche ni en Benidorm".

Por ello, ha remarcado que desde la multinacional sueca están a la espera de que el proyecto "avance" para que puedan empezar las obras de construcción de una tienda y un centro comercial en los terrenos de Rabassa y ha evitado pronunciarse sobre un plazo concreto para la apertura.

En este sentido, desde Ikea no contemplan ningún "plan B", por lo que ha solicitado a las administraciones implicadas —Ayuntamiento de Alicante y Conselleria—, que "clarifiquen" el proyecto de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) para su implantación. Ha considerado que el espacio que ofrece Rabassa se ajusta al "tamaño que necesita la provincia".

Enrile ha afirmado que el pequeño comercio no se vería afectado por un macrocentro comercial que incluiría "marcas internacionales" ya que se "complementarían". En ese sentido, ha detallado que se ofrecería "ocio y servicios" destinados a familias como ya ocurre en los dos centros comerciales, Jerez y Valladolid, que mantiene Ikea en España y que son el modelo que implementaría en Alicante.

A ese respecto, Enrile ha reconocido que hay estudios que están pendientes, en especial el del Ministerio de Fomento relativo a los accesos que debería tener el complejo alicantino. Son "muy importantes", ha manifestado, porque deben ser "activos" para facilitar las entradas y salidas y evitar atascos.

100

Millones de euros

Desde Ikea se ha recordado que se trata de un proyecto de 250 millones de euros que supondría la creación de unos 4.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, y en los que se contabilizan los que se crearían durante la construcción de los edificios y con la contratación de la futura plantilla.

Además, han recalcado que la superficie del complejo sería de unos 125.000 metros cuadrados, 42.000 de tienda y unos 83.000 más de centro comercial.

Se trata de "la mejor oferta para la ciudad", ha continuado la directora de Expansión de Ikea para España, que ha asegurado que los clientes alicantinos se han gastado en los últimos tres años 100 millones de euros en las tiendas de Valencia y Murcia.

El pleno del Consell surgido tras las elecciones del 24M aprobó en su primera reunión paralizar el plan de actuación que suponía la instalación de IKEA en Alicante, una decisión que se adoptó de acuerdo con el consistorio.

En ese momento, la portavoz Mónica Oltra, indicó que la actuación se encontraba "bajo sospecha" por estar el constructor Enrique Ortiz, imputado en varios procesos judiciales, detrás de la operación urbanística. Oltra señaló que se revisaría a fondo todo el expediente para su reformulación.

El Ayuntamiento de Alicante aprobó en el pleno de 30 de julio una declaración institucional para solicitar la retirada de la ATE, lo que justificó en la necesidad de que la implantación de IKEA se materializara a través de otra figura urbanística "desvinculada de cualquier sospecha de corrupción", según señaló en su momento el concejal de Urbanismo de Alicante, Miguel Ángel Pavón.