Ezenarro defiende construir una memoria "basada en valores éticos" con la participación de sociedad y todas las víctimas

El Instituto de la Memoria contará con 1,5 millones de presupuesto en 2016 y, en su primer año, buscará consolidarse a través 18 proyectos

La directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora, Aintzane Ezenarro, ha defendido construir una memoria "basada en valores éticos" con la participación de la sociedad y de todas las víctimas. El consejo de dirección de este órgano ha celebrado su primera reunión y ha aprobado sus estatutos, sus presupuestos para 2016 (1,5 millones) y su programa de actuación, que recoge, en su primer año, el desarrollo de 18 proyectos para consolidar el Instituto.

Estas manifestaciones han sido realizadas por Ezenarro tras el encuentro celebrado en Bilbao, que ha estado presidido por el lehendakari, Iñigo Urkullu y en el que ha quedado constituido este órgano. El Consejo de Dirección de Gogora está integrado por 29 miembros, entre ellos, representantes de Goiberno vasco, Diputaciones, Eudel y tres expertos en la materia.

En esta primera reunión, se han aprobado los Estatutos de Gogora, el anteproyecto de presupuestos para el 2016 y el Plan de Actuación 2015-2016.

Ezenarro ha afirmado que ha sido un "inicio de consenso" y ha recordado que "ya lo fue" cuando el Parlamento vasco aprobó el 27 de noviembre de 2014 la Ley de creación del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos con una "amplía mayoría".

La directora de Gogora ha señalado que este lunes "se ha ratificado e, incluso, se ha ampliado ese consenso", y ha subrayado que se están poniendo "unas bases sólidas para construir la memoria que merece este país". "Vamos a cuidar los valores éticos con los que partimos. Estamos trabajando para contruir una memoria basada en valores éticos", ha añadido.

Asimismo, ha defendido una memoria de la que "se pueda aprendar" y que se pueda "reconstruir un futuro mejor para las futuras generaciones". "Estamos satisfechos por partir de este consenso amplio y creemos que, de esta manera, vamos a cuidar esa base ética que tiene el Instituto de la Memoria", ha indicado.

También ha hecho un llamamiento a toda la sociedad para que participe en la construcción de la memoria porque "no es solo una cuestión de las instituciones y de los partidos políticos", sino que "tienen que participar toda la sociedad y todas las víctmas".

"La memoria la construiremos, entre todos, con el diálogo entre las distintas memorias y siempre con el límite democrático claro de que ninguna memoria puede justificar la violencia de ningún tipo", ha indicado.

ACUERDOS

En esta primera reunión, se han aprobado los Estatutos de Gogora, que funcionará con tres servicios, el de gestión, el de investigación y archivo y el de divulgación. En los estatutos se regulan entre otras cuestiones, los objetivos, las funciones, los servicios y los órganos de gobierno del Instituto de la Memoria. Esta propuesta se elevará al Consejo de Gobierno para su posterior aprobación.

Asimismo, se ha aprobado el anteproyecto de presupuestos para el 2016, que asciende a 1,5 millones y que quedarán reflejados en el proyecto de Presupuestos vascos.

Además, con una única abstención, se ha dado el visto bueno el Plan de Actuación 2015-2016. En este sentido, la base de trabajo de 2016 será la consolidación del Instituto a través de 18 proyectos de carácter transversal, ligados a la memoria histórica y a la memoria reciente.

En concreto, la proyección a futuro del trabajo de Gogora plantea dos fases: una primera de consolidación del Instituto que comprende los citados años (2015 y 2016) y una segunda de expansión que se proyecta a la legislatura 2016-2020.

El marco general de actuación de Gogora parte de la propia ley de creación este Instituto y, como punto de partida, establece que "no hay dos memorias exactamente iguales" y plantea que una política pública de memoria debe conjugar dos principios, el de asumir la "responsabilidad ética y política de recordar, conmemorar, compartir y transmitir una memoria democrática", y, por otro lado, el de "canalizar la participación y la expresión del pluralismo en su configuración".

"valor añadido"

De cara a la primera fase de actuación, el programa plantea ver en clave de "valor añadido" dos grandes "núcleos problemáticos", como son las lecturas del pasado y la existencia de diferentes sensibilidades políticas en la proyección de las políticas públicas de memoria.

En este sentido, el Instituto orientará la política pública de memoria hacia "una convivencia democrática e inclusiva, rechazando cualquier forma de equiparación compensatoria entre distintas formas de violencia y promoviendo, sin discriminaciones ni lagunas, una reflexión crítica y autónoma sobre cada una de ellas".

Según se indica en el programa, la gestión del pasado es la parte "más compleja" de un proceso de reconstrucción de la convivencia". Asimismo, señala que se debe aceptar que "no es posible un acuerdo completo de interpretación del pasado", pero cree que, a pesar de ello, es posible fijar "unos mínimos que hagan factible la posibilidad de consenso".

En este sentido, asegura que el Instituto deberá gestionar la memoria de acontecimientos traumáticos diferentes, con lecturas divergentes y con el "nexo común" de contener "un dramático balance en vulneraciones de los derechos humanos y, en particular, del derecho a la vida".

Sin discriminaciones

En el programa se apunta que la gestión de esos acontecimientos "suscita y contrapone dos focos de desconfianza", por un lado, "el temor a que unos acontecimientos violentos se utilicen para compensar, justificar, diluir o minimizar otros", y, por otro, el "temor a que las diferencias entre los distintos acontecimientos violentos se utilicen para hacer discriminaciones entre víctimas o entre memorias".

Por otra parte, el plan de actuación añade que la pluralidad es "un valioso patrimonio memorial", pero establece con claridad el límite de la memoria democrática que debe "rechazar cualquier forma de legitimación de la guerra, el totalitarismo, el terrorismo y cualquier violencia o conculcación de los derechos humanos".

El programa señala que los proyectos que impulse Gogora podrán ser de tres tipos, proyectos ubicados en el periodo vinculado a la "Memoria Histórica" (1936-1975), relacionados con la "Memoria Reciente" (1960-2011) y proyectos transversales a ambos.

Entre los proyectos de actuación previstos este año y 2016, están la elaboración de la propuesta de Plan Estratégico 2017-20; la preparación de acuerdos de colaboración con otras instituciones memoriales; la retirada de simbología franquista; la puesta en marcha de un Columbario para restos de desaparecidos sin identificar; la promoción de una política memorial en el ámbito municipal; o la preparación del espacio web "Gurean" en memoria de víctimas.

En materia de investigación, se definirá un programa de informes y estudios de clarificación del pasado; el diseño del centro de documentación y biblioteca; la creación de una Comisión para elaborar un Informe-Base de vulneraciones de derechos humanos en el franquismo; la ampliación del Programa Gertu de grabaciones de testimonios a víctimas y el desarrollo de espacios de diálogo sobre confluencia entre víctimas, sociedad, memoria y convivencia.

En el capítulo de divulgación, se plantea el desarrollo itinerante de la iniciativa de participación ciudadana Plaza de la Memoria; la promoción y coordinación de actos de homenaje y reconocimiento a las víctimas del franquismo; la gestión de la identificación e interpretación de espacios de memoria o la elaboración de una propuesta educativa sobre reflexión crítica de la Memoria Reciente.

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