El portavoz parlamentario del PSdeG, José Luis Méndez Romeu, ha advertido este viernes de que Galicia "muere", pues cuenta actualmente con menos trabajadores que pensionistas y parados y eso la vuelve "absolutamente dependiente" de los mecanismos de solidaridad interterritorial del Estado y de "la caja única" de la Seguridad Social.

En concreto, en rueda de prensa tras reunirse con la Rede Galega contra a Pobreza para escuchar sus propuestas en vísperas del Debate sobre el Estado de la Autonomía, Méndez ha indicado que los expertos sitúan la sostenibilidad de las pensiones en 2,5 o tres cotizantes por pensionista, mientras que España tiene actualmente dos y Galicia, uno. Además, ha profundizado en que, por ejemplo, la provincia de Ourense, no llega a uno.

A esto ha sumado que hay "un cuarto de millón" de personas en paro en la Comunidad gallega, que tiene "un problema enorme" de empleo. Al hilo de ello, ha incidido en que los parados de larga duración están "siendo excluidos" del mercado laboral, mientras los jóvenes se enfrentan a contratos de "máxima precariedad".

En relación con esa "precariedad" que ha denunciado, el socialista coruñés ha referido que los datos del paro registrado evidencian que el 93 por ciento de las nuevas contrataciones son temporales. Asimismo, citando informes de los sindicatos, ha subrayado que "la media de los contratos nuevos no llega a dos meses" y que "la cuarta parte no llega a una semana". "Es muy preocupante", ha enfatizado.

Ha relacionado también la "precariedad" laboral con la "caída salarial" a todos los niveles, incluso en la administración pública. Las consecuencias de todo ello, ha remachado, son la emigración, la caída de la natalidad y el aumento de la desigualdad y la pobreza, agravada por "la subida de tasas y precios públicos" y el recorte de prestaciones sociales.

RECUPERACIÓN,

"muy débil"

En este escenario, Méndez Romeu ha advertido que la recuperación económica es "muy débil" en Galicia, pues los datos de paro, crecimiento económico y pobreza se encuentran "a gran distancia" de la media española.

La prueba de esta afirmación la ha encontrado en la "intensa remodelación" de su gabinete decidida por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el pasado domingo. "Es la constatación pública de su fracaso, porque afecta a todas las áreas", ha esgrimido ante los cambios en política económica, social y de inversión pública.

Eso sí, el dirigente socialista ha expresado sus "dudas" sobre si se trata únicamente de "cambios cosméticos". "Los nombres de las nuevas consellerías traicionan al presidente y ponen de manifiesto lo que antes no existía", ha remarcado, aludiendo, por ejemplo, al departamento recién creado de Política Social.

Finalmente, ha señalado al mandatario autonómico que la crisis demográfica "no se resuelve con una dirección xeral", sino que requiere de "medidas a largo plazo" orientadas a "la creación de empleo y la dinamización del medio rural" y centradas en los jóvenes.