La ciudad de Elche vivió su primera eclosión demográfica en la segunda década de los años 60 al amparo de la industria, principalmente del calzado. Tras un periodo de estabilización, la década de los 90 mostró saldos migratorios negativos que pasaron a ser positivos a mediados de esa década.

Hoy día, esta tendencia no sólo continúa, sino que se ha incrementado exponencialmente con la llegada de inmigrantes que, a diferencia de lo ocurrido en la década de los 60 donde la migración fue nacional, provienen tanto de Europa como de otros continentes.

El por qué de este incremento responde a dos variables, según Manuela Laudenia, presidenta de la asociación Elche Acoge: "Aumenta porque en el ámbito nacional crece, pero a nivel local se debe a que Elche es una ciudad de acogida, los extranjeros se sienten bien aquí, a gusto, y supongo que esto es un reclamo".

Elche Acoge trabaja en la integración social de la población inmigrante cualquiera que sea su situación. "No distinguimos entre personas con y sin papeles", señala Manuela. "Tenemos servicios de acogida e información, un servicio jurídico, que trata, sobre todo, reagrupaciones familiares y permisos de trabajo, una bolsa de empleo, con talleres de formación para la búsqueda. También una bolsa de vivienda en alquiler".

Más hombres que mujeres

Una peculiaridad, aportada por esta última ola migratoria, es la mayor afluencia de hombres que de mujeres, lo que ha provocado que, en la actualidad, haya más varones que féminas en la ciudad.

Según los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) de 2006, esta diferencia se cifraba en 158. Tras los datos provisionales del padrón municipal de habitantes a 1 de enero de 2007, la tendencia se ha incrementado.

Con una tasa que sobrepasa el 11% de la población total de Elche, el año pasado había registrados 13.688 varones extranjeros (56%) por 10.736 mujeres (44%). Esta brecha se acrecienta, especialmente, entre la inmigración africana donde el 68% son hombres, ya sean marroquíes ya subsaharianos.

Para Manuela Laudenia

El progresivo rejuvenecimiento de la población es otro aspecto reseñable que aportan los extranjeros al padrón del municipio. El trabajo, factor fundamental que motiva la inmigración, condiciona este dato, ya que una gran mayoría de los extranjeros que residen en Elche se encuentran en edad laboral (16-64 años).

La peculiaridad colombiana

Al contrario de los africanos, la comunidad más a la par entre hombres y mujeres la constituyen los latinoamericanos. De ellos, los colectivos más importantes, por este orden, lo representan colombianos y ecuatorianos.

A destacar el caso colombiano donde la presencia femenina supera a la masculina. Con cerca de 2.500 compatriotas afincados en la ciudad, Luis Felipe Naranjo, presidente de la Asociación Colombiana de Elx, señala las causas de esta peculiaridad: "En principio, la inmigración desde Colombia la hacen las mujeres que, posteriormente, arrastran a las familias".

Este carácter luchador y de preeminencia de la mujer a la hora de tomar la iniciativa permite su incorporación al mercado laboral en diversos puestos, en particular, tareas domésticas de limpieza y otras actividades cada vez más amplias. Mientras que los varones se dedican a la construcción, industria y, en menor medida, al sector servicios.

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