La Guardia Civil ha hallado en la frontera entre Melilla y Marruecos a un inmigrante de origen subsahariano en estado inconsciente, oculto en el salpicadero de un vehículo ocupado por dos personas, que en el momento del control de vehículos emprendieron una huida aunque uno de ellos pudo ser detenido tras su persecución.

Según ha informado a Europa Press este jueves un portavoz de la Comandancia, los hechos se han producido en la Aduana de Beni-Enzar durante la inspección de los vehículos que acceden a la ciudad procedente de Marruecos.

El turismo, marca BMW, modelo 320, de color granate y matrícula española, estaba ocupado a primera vista por dos personas jóvenes, varones.

Al someterlos al control de la máquina detectora de latidos del corazón e intuir que podían ser sorprendidos, ambos ocupantes emprendieron una veloz huida.

El conductor salió en dirección a Marruecos, donde logró introducirse sin que se le pudiera dar alcance y el ocupante, en dirección Melilla, donde pudo ser interceptado y detenido por una patrulla de contrarregistro situada a la salida del recinto aduanero.

El portavoz policial ha explicado que ante las sospechas fundadas de encontrarse con un vehículo de los utilizados por las mafias que trafican con seres humanos, procedieron a un examen exhaustivo, localizando el doble fondo "en el interior del salpicadero", lugar donde se encontraba una persona a la que sacaron del vehículo. 

En el momento de su extracción, que "resultó complicada", se apreció que esta persona se encontraba en muy mal estado, no reaccionaba a los primeros auxilios que se le administraban, lo que conllevó la presencia de los Servicios Médicos, que decidieron su traslado al Hospital Comarcal, donde finalmente pudo ser estabilizada.

La persona auxiliada es un varón, de procedencia subsahariana, indocumentado, de 19 años de edad, que dice proceder de Guinea.

La persona detenida, es un varón, de nacionalidad española, natural y vecino de la ciudad de Melilla, que atiende a las iniciales K.A., de 23 años de edad, que ha pasado a disposición judicial como supuesto autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, conocido en el argot como "tráfico de inmigrantes".