Un particular ha anclado vigas en ella. La ampliación de una nave en la calle Mare Vella ha desatado la polémica, puesto que, según denuncia el PSOE con pruebas gráficas, un particular ha anclado vigas de acero a la muralla árabe, siendo ésta un Bien de Interés Cultural, y por lo tanto protegido.

El Ayuntamiento mandó a los técnicos, nada más recibir las quejas de algunos vecinos, y decretó la paralización de las obras el pasado 6 de junio. Uno de los motivos por los que no podían proseguir era «por carecer de licencia».

Ahora, el propietario cuenta con un mes para poder pedir el permiso para seguir con la ampliación. Desde el Consistorio han explicado que «los plazos que tiene el propietario para solicitar la licencia no implican que la obra vaya a legalizarse, eso lo determinarán los informes técnicos de la Delegación de Urbanismo».

Por su parte, el concejal socialista en el Ayuntamiento, Juan Soto, explicó ayer que la forma de actuar del equipo de Gobierno municipal denota una «falta de sensibilidad patrimonial», e incidió en que el sentido común «ordenaría la eliminación de la cubierta, la reparación de los daños y la exigencia de responsabilidades».