El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha afirmado este jueves que quienes "dejaron agujeros" en la financiación de los municipios españoles exigen ahora "milagros".

Momentos antes de presidir una cumbre de seis ciudades sobre los problemas de financiación municipal y la prestación de los servicios públicos, que esta tarde dará pie a la aprobación de la Declaración de Zaragoza, Santisteve ha declarado a los medios de comunicación que "hace falta una Administración tributaria municipal, autonómica y central completamente coordinadas".

Ha defendido las modificaciones en el IBI, señalando que "nos lo impone la normativa", por lo que "lo tenemos que hacer sí o sí", tras lo que ha afirmado que si una vivienda de la calle Coso experimentó una subida de su valor catastral de los 11.000 a los 18.000 euros con la reforma de 2013, un 57 por ciento, en la calle Antonio Leyva, con un valor similar, el aumento fue hasta los 28.000 euros, un 134 por ciento.

"Sobre estos valores nos vemos obligados a aplicar una bajada sustancial", que en el primer caso será del -1,75 por ciento y en Antonio Leyva del 23 por ciento. "Estamos por la progresividad fiscal", ha añadido.

Situación "preocupante"

También ha dicho que el Ayuntamiento se encuentra en una situación administrativa "francamente preocupante" porque los órganos recaudatorios, todo el funcionariado, no solo está sobrecargado de trabajo, sino que falta personal y es necesario acometer una reforma de toda la Administración en cuanto a plantillas y adecuación de personal. Desde el Gobierno de Zaragoza "estamos actuando con la mayor transparencia y honestidad posible", ha dicho Santisteve.

Durante los primeros meses de gestión, el equipo de Santisteve se ha encontrado "campos minados" y numerosas "falacias", ha dicho el alcalde en alusión a la política fiscal del Gobierno de España de Mariano Rajoy, que antes de ganar las elecciones generales de 2011 prometió bajar los impuestos, poco después subió el IVA.

Santisteve trabaja para conseguir "una recaudación digna" que permita prestar los servicios públicos con "algo de calidad", dado que los presupuestos de los últimos años no han recogido las partidas "adecuadas", ha concluido.