El Ayuntamiento quiere que la acogida de refugiados sea "con garantías y lo más digna posible"

La vicealcaldesa y consejera municipal de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Zaragoza, Luisa Broto, ha precisado que se intentará acotar una acogida de refugiados "con garantías y los más digna posible", al señalar que "no solo se trata de una demanda habitacional, sino de hacer un itinerario para que las familias que vienen de una situación de conflicto tengan atención psicológica y acceso a una serie de derechos como la sanidad y la educación".

La vicealcaldesa y consejera municipal de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Zaragoza, Luisa Broto, ha precisado que se intentará acotar una acogida de refugiados "con garantías y los más digna posible", al señalar que "no solo se trata de una demanda habitacional, sino de hacer un itinerario para que las familias que vienen de una situación de conflicto tengan atención psicológica y acceso a una serie de derechos como la sanidad y la educación".

Broto ha puntualizado que se ha hecho un cálculo de los recursos de que dispone la ciudad "y no se pueden numerar hasta que no sepamos las necesidades y cuántas familias vienen y si vienen de forma gradual".

La vicealcaldesa se ha limitado a indicar que "hay un cupo del 3 por ciento por Comunidad Autónoma, pero, a ciencia cierta, no tenemos más información", ha reconocido para avanzar que el próximo martes se convocará una segunda reunión técnica.

En declaraciones a los medios de comunicación, Broto ha subrayado que "la acogida es un momento fundamental y en cuanto sepamos el número acometeremos el dispositivo" en el que también influirá si vienen escalonadamente para afrontarlo de forma gradual.

Entre los recursos que tiene el Ayuntamiento de Zaragoza ha citado el albergue municipal, la Casa de las Culturas y servicios concretos de traducción, además de apoyo jurídico y psicológico, junto a una red de centros municipales con equipos formados.

CAUTELA

También dispone de apartamentos de la sociedad municipal Zaragoza-Vivienda, pero ha incidido en que "dependiendo de las personas que vengan se iría a un emplazamiento más colectivo para abordar las situaciones en primer momento de acogimiento" y posteriormente podrían acudir a viviendas individualizadas.

Esta es una de las conclusiones de la primera reunión técnica que ha presidido Broto con representantes de distintas entidades sociales para "abordar el operativo y que lo coordine el Ayuntamiento porque es una obligación llevar a cabo esta tarea y que mejor que con las organizaciones con experiencia".

Asimismo, se ha considerado llevar a cabo una coordinación con el Gobierno de Aragón para canalizar las posibles demandas de educación y sanidad que dependen del Ejecutivo autonómico.

Respecto al ofrecimiento de familias zaragozanas para acoger refugiados en sus viviendas, Broto ha agradecido estas muestras de solidaridad, pero ha puntualizado que "hay que tener mucha cautela porque no sabemos en qué condiciones vienen las familias refugiadas y tenemos que lanzar una mensaje de calma".

Todos estos ofrecimientos de los zaragozanos "se recogerán y se centralizarán, pero primero tenemos que ver las necesidades reales y la situación en que vienen las familias".

Por otro lado, Broto ha estimado que "es buen momento, para que políticamente, se cuestione la sociedad y las administraciones el operativo sobre inmigración y como atender a los refugiados y asilados. Es un momento, en el que dada la oleada de solidaridad nos planteemos por qué se originan y atender estas situaciones".

ONG

El director provincial de intervención social de Cruz Roja, Julián Gómez, ha explicado que la atención "será igual que a todas las personas que se acercan y bajo el prisma no de qué situación administrativa tienen, sino qué déficit de derechos humanos y necesidades plantean".

En declaraciones a los medios de comunicación, ha relatado que se incluirían en el Programa de integración internacional, que el año pasado atendió a 6.000 personas en España.

Al llegar los refugiados en primer lugar se les haría una valoración y acogida, para dar paso a la fase de integración y emancipación, que en total conlleva 24 meses.

En la primera fase se plantea un acogimiento en "centros de alta capacidad para rentabilizar recursos y hacer un primer diagnóstico de qué necesitan y luego se integrarían en albergues con las medidas de acompañamiento necesarias".

La responsables de Cáritas Diocesana de Zaragoza, Cristina García, ha destacado que la sociedad "ha demostrado una gran solidaridad" y ha recalcado que todo apoyo "es positivo y es recogido".

Tras reiterar su agradecimiento por la disponibilidad de los ciudadanos ha avanzado que "cuando tengamos más certeza y concreción de las necesidades podremos establecer cómo administrar los ofrecimientos ciudadanos".

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