La esposa del fallecido batería de 'Los Piratas': "Hubo tensión, pero no agredió a ningún agente"

  • La esposa del fallecido asegura en un comunicado que no va a "permitir que se manipule la información sobre lo ocurrido".
  • El fallecido sufría un "trastorno bipolar" y le habían retirado el tratamiento.
  • Fuentes de la investigación insisten en la versión oficial de que el fallecido provocó cortes al agente y que había en el domicilio sanitarios que lo presenciaron.

Javier Fernández, batería del grupo vigués 'Los Piratas' fallecía este miércoles en Ponteareas (Pontevedra) tras recibir un disparo de un agente de la Guardia Civil cuando éste trataba de defender a un compañero que, según la versión oficial, estaba siendo agredido con un cuchillo por parte del fallecido.

Este jueves, sin embargo, Andrea M0ntes, la esposa del fallecido, conocido en el mundo del rock como Hal 9000, ha hecho un comunicado a través de su cuenta de Facebook en el que desmiente la versión oficial y revela que su marido sufría un trastorno bipolar.

"Soy la mujer de Javier, Hal 9000 batería de los piratas. No voy a permitir que se manipule la información sobre lo ocurrido", dice Montes en su escrito. "Hal jamás fue un maltratador", aclara la esposa y añade en su comunicado que "Hal es una víctima".

"Primero víctima de un trastorno bipolar que estaba perfectamente controlado desde hace 10 años hasta que su psiquiatra tuvo la brillante idea de retirarle todo el tratamiento a pesar de que la familia le pedimos en dos ocasiones que no lo hiciese", denuncia la viuda.

Sobre el día de los hechos, asegura Montes que "Hal no agredió a ningún agente, hubo tensión pero no agresión" y denuncia que "fue también víctima de una mala práctica que desencadenó este terrible final. Hal, cariño, no permitiré que manchen tu nombre", concluye.

Fuentes cercanas a la investigación han asegurado a 20minutos.es que como dice la versión oficial los agentes se presentaron en el domicilio a causa de una llamada tipificada como de violencia de género y que al llegar al lugar encontraron a un vecino con un bebé en brazos, hijo de la pareja, que les informó del estado "fuera de sí" del ahora fallecido.

Según estas fuentes, Javier Fernández agredió en dos ocasiones al agente de la Guardia Civil con un cuchillo y fue en la segunda ocasión cuando el agente hizo uso de su arma reglamentaria "en presencia de otras personas, como los sanitarios que habían acudido al domicilio", dicen las citadas fuentes. Además, aseguran que el guardia civil agredido tuvo que ser hospitalizado por los cortes en la cara y en el brazo que supuestamente le provocaron las agresiones del fallecido.

¿Una denuncia después de muerto?

Por otra parte, el abogado de la mujer de Fernández asegura que la Guardia Civil la instó a interponer una denuncia contra su marido por violencia de género cuando ya estaba muerto, a lo que ella se negó. Así lo ha desvelado este jueves el letrado, Gerardo Gayoso, en declaraciones a los medios.

"La familia quiere insistir en que no es un caso de violencia de género", ha aseverado, y ha mostrado la disposición de los allegados de Javier para "colaborar en todo con la investigación policial y judicial". "Me parece que la Guardia Civil tenía interés en que fuera un caso de violencia de género", ha apuntado el abogado, quien ha confirmado que ni Andrea ni el testigo presencial del disparo han declarado en el cuartel, ya que no se ha abierto oficialmente ningún proceso judicial y no tienen información sobre las diligencias.

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