Miles de vizcaínos se han trasladado este sábado hasta la Basílica de Begoña para cumplir un año más con la tradición y rendir homenaje a la 'Amatxu'. En un templo completamente lleno, el obispo de la Villa, Mario Iceta, ha mostrado su deseo de que seamos capaces de "acoger a tantos que vienen de lejos huyendo de guerras, horrores y hambres".

Desde primeras horas de la madrugada, peregrinos de numerosos puntos del Territorio han llegado hasta la Basílica para rendir su particular homenaje a la 'Amatxo' con motivo de la festividad de la Virgen.

De este modo, la Basílica ha mantenido abiertas sus puertas a lo largo de toda la noche para recibir a los peregrinos que se han acercado hasta el santuario.

El obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha oficiado al mediodía la misa mayor, a la que han asistido representantes de la corporación municipal, y ha recordado su reciente viaje a Japón con motivo de la celebración de unas jornadas sobre la paz.

Durante la homilía, ha remarcado que la Iglesia quiere ser "servidora y samaritana" y ha incidido en que, a lo largo de este año, más de 300 grupos en las parroquias de la diócesis están "discerniendo sobre cómo hacer una conversión pastoral de nuestra iglesia y que nos pongamos a servir, que seamos enviados por el Señor a aquellos lugares donde hay sufrimiento".

En este contexto, ha abogado por ser "servidores, como María", y ha pedido que "el Señor ayude a quienes nos gobiernan" para poder prestar ayuda a "los más pobres" y resolver así "los problemas que nos acucian de falta de trabajo, de vivienda, de mejora en la educación, atención a los mayores... en el servicio a la paz, la reconciliación".

Además, ha confiado en que esto "no quede encerrado en nuestras fronteras" y "seamos capaces de acoger a tantos que vienen de lejos huyendo de guerras, horrores y hambres".