El periodo establecido para llevar a cabo las rebajas de verano va desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre, ambos días incluidos. Fuera de esta franja temporal, los descuentos en el textil o en los artículos de temporada están prohibidos, excepto en caso de liquidación, cierre o traspaso del establecimiento. «No puedo dar una cifra, pero ya hay demasiados comercios con rebajas adelantadas en la ciudad. Esto hay que evitarlo porque es desastroso para el sector», asegura Luis Álvarez.

En palabras de los comerciantes, sólo la Ley del Comercio conseguirá «poner orden en todo esto».

El pasado verano, la Federación Provincial de Comercio presentó más de una veintena de denuncias sobre la mesa de la Delegación Provincial de la Consellería de Industria para que inspeccionara establecimientos en los que se había adelantado el periodo de rebajas de forma encubierta.

Gastamos más que en invierno

Los vigueses tenemos más ánimo para comprar cuando hace calor que cuando hace frío; al menos así lo reflejan las cifras. Durante las rebajas del pasado invierno, las tiendas de la provincia facturaron unos 81,5 millones de euros. Dentro de ese importe, cada vigués tuvo un gasto aproximado de 89 euros. Sin embargo, según las previsiones de la Federación Provincial de Comercio de Pontevedra, en la campaña estival de 2007 en Vigo cada persona se gastará una media de 129,65 euros. La ropa y el calzado concentrarán aquí la mayoría del porcentaje de las compras durante el periodo de descuentos.