Najwa Nimri: "Hoy los que vienen a los conciertos quieren que les rompas la cabeza"

  • Después de haberse dado un respiro de siete años, Najwa Nimri y Carlos Jean vuelven a los escenarios con su proyecto musical Najwajean.
  • "Hay música que es como el infierno, a mí ahí es donde me gusta estar", indica la artista, que este miércoles presentará los nuevos temas de su dueto en Madrid.
  • Entrevista a Carlos Jean: "La música está llena de petulantes".
La actriz y cantante Najwa Nimri posa en Madrid durante una entrevista.
La actriz y cantante Najwa Nimri posa en Madrid durante una entrevista.
JORGE PARÍS
La actriz y cantante Najwa Nimri posa en Madrid durante una entrevista.

Najwa Nimri atusa sus dos patillas desafiantes, kilométricas, como si estuviera afilando un par de navajas. Después, dispara una frase vehemente y esquiva el objetivo de la cámara: "No te voy a mirar, con el perfil te vale", advierte al fotógrafo. Deben pasar aún unos minutos (durante los cuales controla el posado de Carlos Jean, su compañero del proyecto musical Najwajean, a quien da instrucciones concisas que él obedece) antes de que esta diva de aspecto fiero apacigüe el tono, desmitifique el mundo de la música con humor, regale sentencias brutas e inspiradas y hasta resulte simpática. "Soy complicada al principio", admite la artista mitad vasca, mitad jordana.

Este miércoles presentará por primera vez en directo el último disco de Najwajean, aún sin título, que verá la luz en unos meses tras siete años de silencio del dueto formado por la también actriz y el productor y compositor Carlos Jean. Será en el Circo Price de Madrid y en una "fecha suicida", el 29. Afortunadamente, la venta de entradas  "no está yendo nada mal".

Vuelve con Carlos Jean. ¿Qué les une y qué les desune?

De Carlos me pone su violencia. Compartimos eso y la búsqueda en lo que tiene que ver con la  composición, las melodías... Nos desune que los dos somos muy autónomos. Cuando nos separamos la primera vez fue difícil, nos costó muchas discusiones. Era un momento, con nuestro primer disco (el álbum de pop electrónico y trip hop No Blood) en el que nos llamaban de todos los sitios para tocar; en lugar de hacerlo, paramos todo.

¿Por qué?

Éramos dos bichos de estudio. Creo que la música electrónica nació de gente que prefería trabajar en soledad. Ahora es fácil que alguien en su casa tenga una mesa y haga los ritmos, las músicas y cante sobre ellos e incluso que lo traslade así al escenario. Cuando lo hicimos, hace casi 20 años, era un formato nuevo en España. Llevarlo al directo habría significado tener que traducirlo a instrumentos reales y nosotros estábamos ampliando en nuestro dormitorio chelos, violines, orquestas...  La verdad es que no supimos gestionarlo ni sacar partido. Igual con un buen manager lo hubiéramos petado.

¿Hoy el público les entendería mejor?

Nuestro público ha ido mutando. Los chavales más jóvenes que vienen ahora a los conciertos lo que quieren es que les rompas la cabeza. Cada cierto tiempo hay que meter un subidón para contentarles. La clave es encontrar un equilibrio entre eso y nuestras melodías, que transmiten sentimientos concretos.

¿Qué más ha cambiado?

Todo. Está el éxito de los DJ que nadie predecía. Y el montón de posibilidades que la tecnología pone a tu alcance y el nuevo 'todo vale'. Hay muchos discos que lo único que hacen es reinventar sobre los mismos elementos que otros pero eso no significa que de ahí no salga algo maravilloso. El caso de James Blake me parece revelador: con una base que parece de guitarra pero que ha hecho con un synth (sintetizador), es capaz de transmitir perfectamente un estado anímico. Luego utiliza un moog (un tipo de sintetizador) que imita a un barco. Su trabajo es extensísimo y maravilloso.

¿Y ustedes...?

Nosotros, frente al disco anterior, que era mucho más órganico, de rock, volvemos con este a nuestros orígenes. Electrónica  contundente pero pausada, no queremos que nadie se de cabezazos contra la pared. Y bajos y graves intensos. Oscuridad. Somos un poco densos. Esperamos que salga en octubre o noviembre.

¿Cómo es Najwa Nimri cuando no actúa?

Creo que actúo todo el rato. De hecho, no me comporto igual con mi madre que con mi hijo, un amigo o un desconocido. Al principio, con la gente que no conozco, me cuesta establecer una relación. Es un defecto de fábrica. Cuando la gente comenzó a reconocerme por la calle, hace ya 20 años, no lo pasé bien, no lo entendía, creí que había gato encerrado. Ahora ya sé que si alguien quiere hacerse una foto contigo no es porque seas especial, sino porque han visto algo de tu trabajo. Y ya está.

¿Quién canta a su hijo en casa?

Escucha muchas cosas que no me gustan nada pero para eso tiene libertad total, no le he intentado encauzar hacia ningún sitio. Como consecuencia, he tenido que hacer de tripas corazón y tragarme cosas que me horrorizan a todo volumen y durante muchas horas. No te voy a decir cuáles, pero me ha llegado a preguntar por qué yo no hacía algo así.

¿Su hijo no es fan de Najwajean?

Bueno, el otro día le llevé a una sesión de Carlos Jean y, de alguna manera, le pareció bien a la vez que... aberrante. Musicalmente, se está ubicando. Yo le expliqué que aquello era como la música del infierno, que es donde a mí me gusta estar. Y que luego hay música del cielo y que, a veces, el infierno y el cielo se juntan.

Usted es mitad jordana, ¿cómo ve desde aquí el país de su familia parterna?

Lo he visto desde el terreno porque fui allí hace un año, cuando murió mi padre. Esa tierra está maldita. Falta agua. Mi padre murió en Irbid, cerca de la frontera con Siria, donde llegan todos los desheredados y exiliados. Todavía me atraganto cuando lo recuerdo. Lo que antes era un paraíso se ha convertido en un desastre. Cuando vuelves a Europa, miras alrededor y piensas que estás en Disney World. También Madrid, la ciudad donde está mi casa, y que me encanta pese a sus recortes, sus impuestos y sus carencias. Y con sus dioses occidentales, que son las marcas. Ellas son hoy a las que tenemos que rendir cuentas y con la que tenemos que hacer pactos. Todo lo demás es un cuento chino.

Biografía

Nació en Pamplona en 1972 de madre navarra y padre jordano. Se dio a conocer como actriz en la película de Daniel Calparsoro en 1994. Desde entonces, ha trabajado con cineastas como Alejandro Amenábar, Julio Medem o Icíar Bollaín o Ramón Salazar. Desde finales de los noventa, cuando lanzó junto al productor Carlos Jean el dueto Najwajean, compagina la interpretación con la música. Actualmente interpreta a Zulema en la serie de Antena 3 'Vis a vis' y ultima un nuevo trabajo de estudio junto a Jean.

  • Najwajean actúa este miércoles, 29 de julio, a las 21.00, en el Teatro Circo Price de Madrid.
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