La fotografía musical es 'cada vez más difícil de definir' por los cambios de la sociedad digital

  • La exposición colectiva 'Queremos más' explora en Londres los cambios en el rol de las fotos en la promoción de los músicos del siglo XXI.
  • Los fotógrafos trabajan con menos intermediarios y tienen más en cuenta las conexiones entre los ídolos músicales y sus fans.
  • La muestra contiene trabajos de Roger Ballen para Die Antwoord, de Van Lamsweerde y Matadin para Lady Gaga, del español Pep Bonet para Motorhead...
Lady Gaga fotografiada durante el videoclip de 'Dope'
Lady Gaga fotografiada durante el videoclip de 'Dope'
© Inez van Lamsweerde & Vinoodh Matadin. Courtesy of the artists
Lady Gaga fotografiada durante el videoclip de 'Dope'

La exposición We Want More (Queremos más), que toma el título de la demanda a voz en grito de los asistentes a un concierto para pedir el regreso al escenario de los músicos, aprovecha el sentido textual de la frase para asegurar que el público musical de la sociedad digitalizada del siglo XXI "quiere más" de sus ídolos. La muestra, que compara el trabajo de 14 fotógrafos actuales de primera fila, demuestra que la hiperconectividad derivada de internet ha "cambiado significativamente" la forma de trabajo y los objetivos de los encargados de fabricar la imagen de los artistas musicales.

Los fotógrafos juegan ahora un "papel ampliado" en su relación con los músicos. Si en el pasado solían trabajar para empresas de promoción discográfica o medios de comunicación, ahora están cada vez más cerca de las demandas de los propios artistas, cuya necesidad de conexión con los fans y el público ha aumentado exponencialmente con el boom de las redes sociales.

'Nuevos territorios'

"Las etiquetas se han derrumbado y se han abierto nuevas rutas y territorios de conexión entre música y fotografía", dicen los responsables de la muestra, organizada en Londres por The Photographer's Gallery y en cartel hasta el 20 de septiembre.

La idea del fotógrafo como receptor de un encargo está en decadencia. Ahora, añaden desde la galería, el fotógrafo tiene más en mente la "dirección creativa", el "control de contexto" y la certeza de que los músicos han dejado de ser manejados desde las discográficas y "juegan un papel más activo" en los canales sociales que les permiten estar cerca de su público y distribuir las imágenes que más interesen desde un punto de vista de mercado.

We Want More parte de la certeza de que el subgénero de la fotografía musical "es cada vez más difícil de definir". La exposición presenta trabajos donde la iniciativa ha partido de los artistas, otros donde son los fotógrafos quienes impulsan un proyecto personal y un tercer grupo de colaboraciones a dos bandas. De los 14 ejemplos de trabajos de fotógrafos dedicados a la música casi ninguno responde el viejo rol de la sesión de estudio para distribuir imágenes de promoción entre los medios de comunicación o el encargo de cubrir una gira con afán periodístico.

'Fanzine' autoeditado

Entre los productos nacidos de las nuevas plataformas para la producción y la exhibición, por ejemplo el renacimiento de los fotolibros y los fanzines, ambos baratos en coste y de difusión simple, la exposición muestra STOP EHT (2012), la publicación autoeditada por el fotógrafo inglés Dan Wilton, que cubrió durante diez días la primera gira por Europa del grupo indie estadounidense The Bots.

El canadiense Ryan Enn Hughes introduce con sus gifs animados —entre ellos los dedicados a Katy Perry— la comicidad y la imaginación, alternativa similar a la elegida por la consagrada pareja de Inez van Lamsweerde y Vinoodh Matadin, de quienes se exponen las fotos especiales del evento de Lady Gaga ArtRave (2013), donde la imagen transmitida va de lo angelical a lo horripilante.

El turbio Roger Ballen

La elección de fotógrafos capaces de proporcionar un contexto adecuado está ejemplificada en las colaboraciones entre el sudafricano Roger Ballen, que aportó su turbiedad kafkiana al grupo de rap Die Antwoord, y las imágenes publicitarias de Jason Evans para Radiohead.

El holandés Daniel Cohen ha llevado a término una serie personal durante seis años en la que se ha dedicado a capturar fotos de músicos en los momentos anteriores y posteriores a los conciertos; el español Pep Bonet retrata al público desde la perspectiva de los músicos en el proyecto Roadkill - Motorhead - Rock&Roll, y la inglesa Deirdre O'Callaghan firma The Drum Thing, una serie de larga duración que muestra el trabajo solitario de entrenamiento y práctica de los baterías.

La exposición, en cuya organización colabora la revista Dazed, invitó a los redactores musicales de la publicación a elegir los mejores videoclips dirigidos por fotógrafos. Todas las obras —aquí hay una relación en PDF— serán exhibidas durante la muestra.

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