La Policía Nacional ha liberado a una mujer que era explotada sexualmente en un club de alterne cercano a Figueres (Girona) y a su bebé de ocho meses, y ha detenido al proxeneta y padre del bebé, que la amenazaba con hacer daño al niño si no aceptaba prostituirse.

La joven era explotada sexualmente todos los días de la semana sin descanso durante nueve horas ininterrumpidamente y, además de prostituirse, era forzada por el proxeneta a vender cocaína a los clientes, ha informado este lunes la Policía Nacional en un comunicado.

La victima había sido captada en Rumanía, su país de origen, cuando apenas tenía 16 años con el método conocido como 'lover boy': el hombre consiguió seducirla, entablar una falsa relación con ella para crearle una fuerte dependencia emocional y la convenció para trasladarse a España con la promesa de que tendría una vida mejor.

Al llegar a Figueres, la víctima pasó varios días recluida junto con familiares del explotador sin poder salir a la vía pública ni contactar con su familia en Rumanía; pasadas dos semanas, comenzó su explotación sexual en el club de alterne y fue sometida a continuas agresiones, amenazas y coacciones.

La joven debía entregar a su proxeneta la totalidad de los ingresos que obtenía con sus servicios sexuales para pagar los gastos del alquiler donde vivía el clan familiar y la víctima, así como la manutención de todos ellos.

La víctima relató a los agentes que durante los cuatro años que estuvo siendo explotada había entregado, bajo amenazas y coacciones, a su proxeneta y a sus familiares más de 300.000 euros fruto de la explotación sexual.

Durante su explotación, en 2014 se quedó embarazada del proxeneta y regresaron unos meses a Rumanía, volviendo a España en 2015, cuando se reinició la explotación; ante esta situación, la joven decidió solicitar ayuda a la Policía Nacional a través de un correo electrónico dentro del plan contra la Trata de Seres Humanos.