Una niña de 10 años, de origen sirio y enferma de diabetes, ha fallecido este sábado en la embarcación donde se encontraba junto a su padre y hermanas después de que los traficantes de la patera lanzaran su insulina al mar durante el trayecto hacia las costas europeas, según L'Osservatore Romano.

Los traficantes lanzaron al agua todo el equipaje, incluyendo la mochila de la niña con su insulina dentro pese a las protestas de su padre, lo que provocó un coma diabético a la menor que le causó la muerte.

El padre de la niña, de 48 años, fue quien tuvo que dejar caer el cadáver al mar, según explicó a las autoridades italianas al llegar a Sicilia, lugar dondo se dirigía la embarcación, según apunta el diario italiano. Junto a esta familia también viajaban otras 320 personas.

Esta trágica historia ha ocurrido el mismo día que un barco de Médicos Sin Fronteras, con 700 personas a bordo procedentes de Bangladesh, Costa de Marfil, Eritrea, Gambia, Guinea, Libia, Mali, Nigeria, Senegal y Somalia, no haya podido desembarcar en el puerto siciliano.

"A pesar de las largas negociaciones con las autoridades italianas y de los esfuerzos de la Guardia Costera italiana para que se permitiera el desembarco de las personas que habían sido rescatadas, éste no fue finalmente autorizado", ha asegurado la organización en un comunicado.