Ya es presidente del partido. El próximo primer ministro británico, Gordon Brown, prometió ayer, al tomar el mando del Partido Laborista, renovar el Gobierno y aprender las lecciones de la guerra en Irak.Brown, de 56 años, dijo que la salud, la educación y el fin de la pobreza infantil serán sus prioridades cuando suceda a Blair el miércoles, tras una larga y angustiosa espera para el puesto.
Nacido en Glasgow, Brown es hijo de un pastor protestante, de quien heredó sus sólidas creencias en la justicia social, combinadas con un sentido puritano de la rectitud.
«Esta semana formaré un nuevo Gobierno con nuevas prioridades para encarar los nuevos desafíos de 2007 y más allá», dijo ayer en Manchester.
Brown toma el relevo en el cuarto mandato consecutivo para los laboristas.
Las próximas elecciones están previstas para el año 2010, pero el nuevo presidente del Reino Unido tiene potestad para convocarlas cuando quiera.
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