El candidato del PSOE a la Presidencia de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha criticado este martes la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) de principios de julio, cuando quedan "días u horas" para que algunos consejeros dejen de serlo y por ello ha avanzado que solicitará una nueva reunión de este órgano para "corregir lo que el Gobierno tiene en mente en estos momentos", que es "hacer un planteamiento más regresivo" que el de los últimos años.

En su primera intervención en el Debate de Investidura en las Cortes, García-Page también ha aprovechado para pedirle al consejero de Hacienda en funciones, Arturo Romaní, que a esa cita de julio lleve la posición que represente desde este miércoles —cuando sea investido presidente— el responsable del nuevo Ejecutivo regional porque "lo contrario sería hacer un flaquísimo favor".

En este contexto, y tras criticar que algunas consejerías "han funcionado más estando en funciones" que en los cuatro años anteriores, ha adelantado que en el mes de agosto se celebrará en el Parlamento autonómico un pleno monográfico "para establecer la radiografía financiera" que se va a encontrar en la Comunidad Autónoma con el cambio de legislatura.

Igualmente, ha avanzado su propósito de convocar un grupo de expertos "con los más expertos de la Universidad de Castilla-La Mancha, agentes sociales y representación política" para realizar un "planteamiento exigente para mejorar la financiación" de esta tierra, que tiene mucho territorio y poca población y que "se juega mucho en la distribución de fondos públicos desde el Estado al resto de instituciones, sabiendo que se hace mucha falacia política con el juego de las balanzas fiscales".

Asimismo, ha confirmado que la nueva oficina de control presupuestario con la que contará su Ejecutivo, y que "funcionará como una auténtica comisaría" para velar por la transparencia pública, y el rigor presupuestario, "dependerá de la Consejería de Presidencia" que habrá en el nuevo Gobierno autonómico.

Cambio constitucional

De otro lado, ha destacado que defiende y defenderá "siempre" la validez de la Constitución Española —ha confesado que la "mejor época histórica para presumir de ella no es la de los Reyes Católicos, sino desde la Transición política a ahora"— pero ha indicado que aún siendo el texto constitucional el "mejor" es "mejorable".

Por ello, ha apostado por abrir un debate sobre su revisión, habiendo el máximo consenso político posible de parlamentos autonómicos y partidos, convencido de que el día que haya un cambio en la Constitución lo será "por sumar", viendo necesario que cuando se produzca lo sea para "blindar cosas como la sanidad y la educación pública" para que no sean "derechos vacíos".

"Espero que en eso podamos contar con el consenso del PP, o al menos con lo que se escucha en los mítines", ha añadido García-Page, que también ha comprometido iniciativas legislativas para promover ese debate, que también se abrirá en la reforma del Estatuto de Autonomía regional, donde se blindará también la sanidad y la educación.