La Diputación de León ha celebrado este lunes el último pleno antes de que se configure la nueva corporación provincial y ha puesto fin a una legislatura "convulsa" y "muy difícil" por la que han pasado tres presidentes diferentes.

Así lo ha explicado el presidente en funciones, Emilio Orejas, tras la celebración de la sesión plenaria, cuyo único punto del día ha sido la aprobación del acta de la sesión anterior.

Orejas ha recordado las numerosas dificultades a las que se ha tenido que enfrentar la Institución provincial en los últimos cuatro años, como el crimen de la presidenta Isabel Carrasco o la detención del que también fuera presidente Marcos Martínez, y ha destacado el afán de la corporación provincial para "poder superarlas".

Además, ha dicho que desde su toma de posesión, hace siete meses, ha logrado "devolver la normalidad institucional" a la Diputación y hacer posible que todos los mecanismos funcionen perfectamente por lo que se ha mostrado "satisfecho" con su paso por la Presidencia.

Orejas ha explicado que la jornada de hoy es de "despedida" y "cierre de etapa" y ha recordado que el próximo jueves se inicia "un nuevo ciclo, con una nueva legislatura y un equipo de Gobierno en parte renovado".

Por su parte el portavoz del PSOE, Luis Rodríguez Aller, ha manifestado que ha sido una legislatura "con bastantes sobresaltos", pero en la que "se han llegado a acuerdos" y que para los municipios de la provincia han sido cuatro años "bastante positivos".

Rodríguez Aller ha recordado también los aspectos más negativos como el asesinato de Isabel Carrasco y la imputación y detención de Marcos Martínez, que han provocado que "el ambiente no haya sido todo lo correcto que debería haber sido".