"Nunca me imaginé lo que siento ahora mismo al leer mi nombre en el boletín oficial de Defensa y saber que, aunque vaya a luchar por ello hasta el final, quizás jamás vuelva a ser militar".  Así ha descrito en las redes sociales el teniente Luis Gonzalo Segura su reacción ante la notificación de la pérdida de su condición de militar, publicada este miércoles en el Boletín Oficial de Defensa.

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A Segura ya se le había notificado la resolución hace unos días, pero la publicación de su baja la convierte en oficial tras "14 años" de servicio.

La notificación da un plazo de un mes para recurrir al ya exmilitar, aunque entra en vigor un día después de su publicación. Segura ya afirmó hace unos días que no iba a "tirar la toalla" y aseguró que tenía la intención de "agotar todas las vías" para intentar volver a ser militar, incluso llevar su caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

El teniente Segura fue expedientado tras publicar una novela sobre corrupción en las Fuerzas Armadas —titulada Un paso al frente—,  aunque la decisión de su expulsión se ha debido a las declaraciones que ha venido realizando en varios medios de comunicación sobre los "abusos y corruptelas de la casta militar dominante" en los Ejércitos.

Desde que fue expedientado por primera vez, Segura ha cumplido tres periodos de arresto de dos meses cada uno en un centro disciplinario de Madrid, siempre por declaraciones públicas, ya fuera por denuncias sobre presunta corrupción en las Fuerzas Armadas o por opiniones sobre temas políticos como el soberanismo catalán. Casi la mitad del tiempo de los dos meses que cumplió el verano pasado estuvo ingresado en el Hospital Militar Gómez (Madrid) debido a su delicado estado salud por la huelga de hambre que siguió durante 22 días para protestar por su situación.

Segura, a pesar de todo, acaba de publicar una nueva novela sobre los abusos en las fuerzas armadas titulada Código Rojo y publicada por Ediciones Destino.