Un juzgado popular juzga este lunes al presunto parricida de Alaró

Andreu C.T., de 20 años, y Francisco A.R., de 21, serán juzgados a partir de este lunes por un jurado popular, acusados del asesinato del padre del primero, de 57 años de edad, en junio de 2013 en Alaró. La Fiscalía pide condenas de 25 y 22,5 años de prisión, respectivamente.

Andreu C.T., de 20 años, y Francisco A.R., de 21, serán juzgados a partir de este lunes por un jurado popular, acusados del asesinato del padre del primero, de 57 años de edad, en junio de 2013 en Alaró. La Fiscalía pide condenas de 25 y 22,5 años de prisión, respectivamente.

La acusación cree que los dos jóvenes se pusieron de acuerdo para asesinar al padre de Andreu. Los hechos ocurrieron en su casa de Alaró y según las investigaciones, intentaron acabar con su vida sin éxito un día antes del asesinato, cuando lo adormilaron con somníferos ocultos en una pieza de bollería.

En esa ocasión, una vez que la víctima se había acostado para dormir, uno de los chicos le golpeó en la cabeza con un palo mientras el otro alumbraba con una linterna. El hombre braceó y los jóvenes huyeron de la habitación.

La noche siguiente, lo golpearon con un palo al que previamente habían colocado clavos de 10 centímetros y lo persiguieron por toda la vivienda atacándole con otros objetos, como un jarrón, un martillo y un altavoz de gran tamaño.

El cuerpo del fallecido, que fue hallado en el interior del maletero de un Land Rover blanco en una finca en Bunyola, presentaba 19 lesiones craneales, una hemorragia cerebral masiva y varias fracturas, además de heridas en el tronco y extremidades.

Andreu C. y Francisco A. fueron detenidos después del funeral, celebrado en Alaró, y separados en distintos cuarteles. Después de que la Policía Judicial encontrara restos de sangre en teléfonos y paredes de la casa, finalmente confesaron ser autores del crimen.

En el caso de Andreu, el fiscal pide que se tenga en cuenta el parentesco como agravante y lo condene a 25 años de cárcel, mientras que para Francisco, amigo del anterior, pide una pena de 22 años y seis meses.

Francisco A., de Zaragoza, se encontraba pasando unos días en la isla y durante los interrogatorios sostuvo que participó en el crimen por estar enamorado de su amigo.

Paralelamente, se pide que los acusados indemnicen a la hermana de la víctima con 90.000 euros y reclama que el parricida sea declarado "indigno" para suceder a su padre.

La representación legal de la hermana de la víctima ya consiguió en 2013 que un juzgado de primera instancia de Palma impidiera al asesino confeso solicitar de momento su legado. La ley marca que un heredero será declarado indigno de recibir un legado en caso de que haya cometido un delito doloso contra el autor del testamento, pero no basta con la confesión, sino que es necesaria una sentencia firme penal.

Andreu C. era el heredero único del empresario, quien dos semanas antes del crimen había modificado su testamento para desheredar a sus otros dos hijos por desavenencias familiares.

No obstante, según la confesión y los mensajes interceptados por los investigadores, el dinero no fue el móvil fundamental del crimen. Aunque sí habían hablado de qué pasaría con la herencia, Andreu aseguró que había matado a su padre por el trato humillante que éste le daba.

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