Es un fenómeno «estival», como confirma Héctor Cañete, presidente de los hosteleros coruñeses, que obliga a dueños y camareros de los locales a estar alerta ante la posibilidad de que, en un abrir y cerrar de ojos, una mesa quede vacía y con la cuenta sin saldar.

Los simpas en A Coruña se producen sobre todo en la zona de tapeo –calles de la Estrella, la Franja, la Barrera y Olmos– y las terrazas del centro, según explica el portavoz de los hosteleros.

Quizá por fuerza de la costumbre, los propietarios de los locales tienen ya claro el retrato robot del practicante del simpa en los bares y terrazas coruñesas. «Son gente de fuera la mayoría, turistas jóvenes sobre todo», declara Héctor Cañete, que aprovechan el mínimo despiste para desaparecer.

«Con la mosca detrás de la oreja»

Los pícaros aficionados al simpa actúan sobre todo al atardecer y de noche, cuando las zonas de tapeo –las denominadas calles de los vinos– y de terrazas del centro son copadas por multitud de coruñeses y, sobre todo, turistas. Con tanta gente, prestar atención a todos los clientes es más difícil, señalan los hosteleros de la zona, quienes confiesan que en estas fechas comienzan ya a estar «con la mosca detrás de la oreja», aunque reconocen que la incidencia del simpa es «pequeña» comparada con el beneficio que dejan los visitantes.