El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha destacado este domingo, en la misa que ha presidido en la Catedral coincidiendo con la solemnidad del Corpus Christi, que esta fiesta "es una confesión pública de la fe, en los tiempos que corremos en la que tantos cristianos ocultan u olvidan sus convicciones o cuando corrientes muy poderosas la quieren reducir al ámbito de lo privado y apagar su incidencia en la vida de la sociedad".

En este sentido, ha advertido también de la necesidad en nuestra sociedad de tener "estas manifestaciones públicas de la fe, que a su vez expresan cómo la fe afecta a todo lo humano y posee una dimensión pública". Según el purpurado, "al salir a la calle en este día del Corpus recordamos que la fe no se vive en la clandestinidad ni el anonimato".

Durante su homilía, concelebrada por el obispo auxiliar de Valencia, monseñor Esteban Escudero, y el cabildo de la Seo, el purpurado ha destacado que "el esplendor del Corpus ha de ser el esplendor de la adoración verdadera inseparable de la caridad y del amor fraterno, la entrega y el servicio, la solidaridad, la caridad para con los pobres, los afligidos, los débiles y los últimos".

Así, "las obras de caridad, compartir el pan de cada día, son exigencias del sacramento del cuerpo y de la sangre de Cristo", y la celebración del Corpus "reclama, por ello, superar egoísmos o encerrarnos en nuestra propia carne", ha indicado.

En este sentido, ha advertido de la importancia de darle al Corpus "un realce si cabe todavía mayor que en las épocas en las que ha tenido el máximo esplendor" y, para ello, "es necesario que sea una fiesta donde se proclame con toda verdad la fe que le da sentido y razón, que sea un día donde de verdad se renueve y confiese públicamente con los labios y el corazón la fe en Jesucristo".

Para el purpurado, "junto a las flores, los pétalos de rosas perfumadas, las músicas, los cantos, las colgaduras que embellecen los edificios al paso de las bellísimas custodias de nuestro pueblo, el esplendor de esta fiesta del Corpus requiere el verdadero culto, el culto en espíritu y verdad, el que el mismo Cristo ofreció al Padre".

El Cardenal ha animado a "vivir intensamente en la eucaristía" para ver "cómo se hace un mundo verdaderamente nuevo, una sociedad hecha de hombres y mujeres nuevos que es lo que necesita de verdad nuestra sociedad, otros cambios no". Según el purpurado, "en la eucaristía tenemos el gran cambio y renovación de la humanidad".

Por ello, el cardenal arzobispo de Valencia ha pedido "a Dios que nos conceda a Valencia, a la diócesis, a todo el pueblo de Dios, vivir de la eucaristía para que haya una Iglesia nueva, renovada, con esperanza, porque es aquí donde tenemos la esperanza y el aliento para seguir trabajando en medio de los hombres".

En su homilía, el cardenal se ha referido al Corpus Christi como "fiesta con profundo arraigo en particular en Valencia, tierra especialmente eucarística agraciada por Dios con el regalo de la reliquia del Santo Cáliz de la Santa Cena", y como "fiesta de la alegría del cristiano y de toda la Iglesia en toda la cristiandad".

Durante la celebración de la eucaristía ha intervenido la Coral Catedralicia acompañada de música de órgano que ha interpretado la misa solemne del compositor italiano Agostino Donini.

En la misa han participado la alcaldesa de Valencia en funciones, Rita Barberá, junto a miembros de la corporación municipal; el delegado del Gobierno en funciones, Juan Carlos Valderrama; el teniente general jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad, Rafael Comas, y el rector de la Universidad Católica de Valencia "San Vicente Mártir", José Alfredo Peris, entre otras autoridades.