Manuel Prieto, el último inquilino de la Casa del Aire, está condenado a la soledad. "El resto de vecinos de las once viviendas de este edifico levantado en el s.XVII han sido echados de sus casas", según Juan Médela, miembro del colectivo Solidarios con la Casa del Aire. Clara Martínez, que llevaba 22 años en el edificio, fue desahuciada en 2011 y desde entonces Manuel está solo en un inmueble apuntalado y sin luz en las zonas comunes.

El declive de la Casa del Aire, en el Albaicín, "comenzó en 2004 cuando los dueños se  la vendieron a una inmobiliaria y esta a su vez a otra empresa un año después", relata Médela. "Desde entonces, nadie se ha hecho cargo del inmueble porque quieren declararlo en ruina, derribarlo y construir otras viviendas", explica.

Manuel tiene un contrato de alquiler indefinido. "Así que como legalmente no me pueden echar, me están haciendo la vida imposible", denuncia.

El único morador de esta finca entró en la vivienda por primera vez hace 35 años. "Me vine cuando me casé y aquí se han criado mis hijas. Así que no quiero ir a ninguna parte, solo quiero vivir dignamente porque para eso pago mi alquiler (100 euros) todos los meses".

La casa de Manuel está llena de grietas, humedades y desperfectos. "Tengo que entrar con una linterna porque no hay luz y me han tapiado una de las puertas de acceso", añade.

El jueves a las 11.00 horas  está prevista una concentración en la Plaza del Carmen para denunciar su situación y reclamar una solución.

"La Casa del Aire es uno de los símbolos de la lucha contra la especulación en el barrio. Fuimos los primeros en Andalucía en poner una demanda por acoso inmobiliario", explica Médela.

Por su parte, uno de los responsables de la empresa propietaria del inmueble ha asegurado a 20minutos que desconoce el estado de la casa de Manuel. "Nosotros no hemos recibido ninguna notificación ni queja por parte de nadie", aseguran.

Dicen que compraron el edificio para rehabilitarlo, pero que se quedaron sin dinero.