La candidata a la Alcaldía de Granada, Mayte Olalla, ha criticado este lunes que el Patronato de la Alhambra y el Generalife "tiene inmovilizados siete millones de euros" procedentes de los beneficios que genera el Monumento Nazarí y no los está utilizando para lo que marca su propio Plan Estratégico 2010-2015, "que no es otra cosa que darle valor a nuestro patrimonio".

"No tiene ningún sentido tener nuestros monumentos muertos de risa", ha apuntado la candidata que también se ha referido a los yacimientos de Los Mondragones para decir que "con un gasto de 150.000 euros se podrían exhibir como un atractivo turístico y eso a su vez generaría probablemente más visitas y más pernoctaciones".

Casos como el citado o como el de la muralla Zirí del Albaicín ponen de manifiesto que Granada contaría "con un potencial turístico y económico enorme si tuviera activo todo su Patrimonio", algo que la haría atractiva al turismo "no sólo como destino para pasar un fin de semana, sino posiblemente para estar aquí entre siete y diez días".

Por otro lado, UPyD Granada ha resaltado "el valor patrimonial" de la ciudad, algo "fundamental" porque "su rehabilitación crearía riqueza y generaría empleo", tal y como ha destacado el número cinco de la candidatura, Manuel Serrano.

La formación magenta ha abogado por realzar lo que "ahora está muerto de risa" y conseguir que el conjunto de bienes culturales "se convierta en un motor económico", ha destacado Serrano quien ha resaltado que Granada tiene "la suerte de reunir tesoros de todo tipo desde vestigios romanos como los que se encontraron en Los Mondragones hasta arte actual que representan los alumnos que cada año salen de Bellas Artes".

Cuidar de todo ello, ha incidido el candidato, "implicaría trabajo para gestores culturales, conservadores, restauradores o guías turísticos" y ha agregado que "el problema es que todo eso "no se valora ni se defiende", una actitud "deplorable" por parte del gobierno local.

El miembro de UPyD ha hecho mención del Museo Arqueológico que "cerró hace cinco años para hacer una obra menor que ni siquiera tenía por qué implicar ese cierre y lleva así desde entonces, muerto de risa porque nadie ha hecho ninguna gestión: "Eso es dilapidar nuestro patrimonio, como se ha hecho también en la Casa Ágreda", ha concluido.