El escarabajo del olmo empieza de nuevo su invasión en Madrid ante las quejas de los vecinos

  • La plaga se ha extendido por toda la capital, aunque es más visible en C. Lineal, Moratalaz, Carabanchel, Villaverde y Vicálvaro, según jardineros municipales.
  • "Todavía no es tan visible, pero ya están causando molestias y nos han llegado las primeras quejas", señalan desde la asociación de vecinos La Nueva Elipa. 
  • Desde el Ayuntamiento aseguran que están atendiendo las reclamaciones que les llegan, aunque no han aclarado si se han realizado labores de prevención.
Un ejemplar de escarabajo galeruca, sobre una hoja de olmo atacada por el insecto, en Entrevías (Vallecas).
Un ejemplar de escarabajo galeruca, sobre una hoja de olmo atacada por el insecto, en Entrevías (Vallecas).
JORGE PARÍS
Un ejemplar de escarabajo galeruca, sobre una hoja de olmo atacada por el insecto, en Entrevías (Vallecas).

Los vecinos de Madrid ya están empezando a padecer de nuevo las molestias que causa año tras año el escarabajo del olmo (conocido por el nombre científico de galerucella luteola). Este pequeño insecto, del tamaño de un botón, ha comenzado a tomar los árboles de la capital, sobre todo de la zona sur y este, según han confirmado a 20minutos fuentes de la jardinería municipal.

La presencia de estos coleópteros se extiende por todo Madrid, aunque es más visible en determinadas zonas de Ciudad Lineal, Moratalaz, Carabanchel, Villaverde y Vicálvaro, concretamente donde hay plantados los conocidos como ulmus pumila u olmos de Siberia. "Se están empezando a reproducir y están apareciendo las primeras larvas. El ulmus pumila abunda en Madrid. Donde haya uno están los escarabajos. De hecho ya no se repone porque da muchos problemas", señalan jardineros municipales.

Los operarios explican que el Ayuntamiento está utilizando trampas biológicas para intentar frenar el problema, pero que no se está fumigando de momento: "Son trampas en las que se introducen feromonas para atraer a los bichos y atraparlos que no resuelven el problema". "De todas formas, estos insectos solo causan molestias, son inofensivos para la salud humana y para los árboles", destacan.

Las quejas de los vecinos ante esta situación que se repite periódicamente no se han hecho esperar. "He llamado varias veces y la única respuesta que he tenido al respecto ha sido que la resolución a la incidencia planteada estaba en trámite, pero no han solucionado nada", denuncia un vecino de Retiro. Los vecinos de la asociación La Nueva Elipa también han expresado su malestar: "Todavía no es tan visible, pero ya están causando molestias y nos han llegado las primeras quejas. Y eso que en la junta de distrito nos dijeron que habían fumigado. El año pasado durante los meses de verano fue horrible. Se metían en las casas por cualquier rincón. La gente los recogía del suelo con escoba y recogedor".

Fuentes municipales han confirmado que han recibido multitud de llamadas vecinales en el 010 quejándose de la presencia de este insecto que se comen las hojas de los olmos formando unos agujeros muy característicos.

Desde el Ayuntamiento de Madrid aseguran que están atendiendo las reclamaciones que les llegan, aunque no han aclarado si este año se han realizado labores de prevención. "Ya estamos actuando en lo que detectamos y hemos publicado información útil para que los vecinos que tengan árboles también puedan actuar ellos si detectan la presencia de esta enfermedad", señalan fuentes municipales.

La endoterapia, posible solución

El calor y la ausencia de lluvias son elementos clave para la aparición y reproducción de este insecto, por lo que esta semana ha resultado especialmente intensa para los vecinos de la capital. De hecho, este miércoles las previsiones meteorológicas prevén que en Madrid se superen los 36 grados debido a la entrada en la península de una masa de aire africano.

Francisco Macías, experto en plagas y miembro de la patronal Anecpla, explica que a estas alturas "se podrían realizar tratamientos fitosantarios para intentar controlar a los adultos, aunque no habría que hacerlo de forma drástica para intentar no acabar con los insectos que son beneficiosos para el árbol". Macías ofrece una posibel solución al problema: "La endoterapia podría ser una solución. Se trata de inyectar en el árbol una sustancia que disuade a los insectos. Económicamente saldría hasta más barato".

La molesta presencia de este insecto se prolongará previsiblemente hasta finales de verano. Con la llegada del frío desaparecerá, aunque solo aparentemente. " Los huevos ya estarán puestos para la próxima primavera. Sin una campaña de prevención específica con productos tradicionales esta situación se repetirá el año que viene", finaliza Macías.

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