¿Qué se va a encontrar este año el visitante?

Va a haber de todo, porque ha venido gente de Bélgica, República Checa, Malta, Holanda... con estilos muy diferentes y para todos los gustos. Nos hubiese gustado hacer desfiles todos los días de la fiesta, pero no nos han dado ayudas.

¿Habrá novedades?

Sí, este año tenemos un puesto de encaje en cristal, pero es mejor que la gente venga para ver lo que es.

¿Hay que tener una cualidad especial para palillar?

Lo que hay que ser es constante y practicar mucho. Y hay que intentar renovarse continuamente, aprender de lo que hacen otros.

¿Lo peor?

Aprender a manejar los palillos con rapidez.

¿Y lo mejor?

Relaja mucho y ayuda a superar las depresiones.

¿Es un arte sólo apto para mujeres?

Aquí en Galicia parece que los hombres no están por la labor (risas), aunque tenemos a algunos. En otras zonas, como Cataluña o Castilla y León son más modernos.

BIO. Tiene 67 años y aprendió a palillar a los siete. Ha hecho un mantel para el embajador de España en El Vaticano, Francisco Vázquez.