La ley que concederá la nacionalidad española a los sefardíes originarios de España es "una deuda histórica" que va "más allá de un agradecimiento" hacia aquellas personas "injustamente expulsadas" de España, según el ministro de Justicia, Rafael Catalá,

En la inauguración de la Cumbre Erensya de las comunidades sefarditas del mundo, el titular de Justicia ha explicado que la ley está en tramitación parlamentaria "con unanimidad de todos los grupos" y "una sensibilidad sin fisuras", y que es una norma "transparente y generosa", además de "punto de encuentro de los españoles de hoy y los injustamente expulsados" de España.

La ley permitirá conseguir la nacionalidad española a los sefardíes originarios de España que justifiquen tal condición y su especial vinculación con España, ya que "la historia les legitima" y "el derecho lo hará dentro de poco tiempo", ha subrayado Catalá.

También ha mencionado que el Gobierno está preocupado por la enseñanza de la religión judía y por impulsar el Observatorio del Antisemitismo, ya que el Código Penal condena hasta a cuatro años este tipo de delitos y porque "ofender a los judíos es ofender a España".

Trabajo de reconciliación

El ministro ha resaltado la "larga trayectoria de reconciliación llevada a cabo en España", desde la firma del Acuerdo de Cooperación de 1992 con la entonces denominada Federación de Comunidades Israelitas hasta llegar a importantes acuerdos como la reciente constitución de la nueva Comisión Asesora de Libertad Religiosa en la que participan las comunidades judías de España o la actividad de la Fundación Pluralismo y Convivencia que apoya a la Federación de Comunidades Judías de España con proyectos que hacen más visible su presencia en la opinión pública española.

La cumbre inaugurada reúne desde hoy en Ávila a 70 representantes de 23 países, ya que se calcula que son tres millones los sefardíes repartidos por todo el mundo.

En el acto ha firmado su incorporación a la Plataforma Erensya diez comunidades judías de distintas partes del mundo, como son las de Chicago, Sidney, Merlbourne, Panamá, Porto Alegre, Seattle, París, Brasil, Niza y Nueva York.

La cumbre se ha iniciado con la intervención del presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Querub, quien ha señalado que los judíos de España "nunca" han hablado "de odio ni de rencor, tampoco de reparación", porque "siempre" han mirado hacia el futuro.