Un buen sofá es imprescindible en nuestra vida. Sus asientos deben ser duros y los respaldos, algo más blandos. Pruébalos y asegúrate de que al levantarte recuperan rápidamente su forma. Los de madera maciza son los más flexibles, mientras que los metálicos son más caros, pero duraderos y de fácil traslado. Si quieres que un sofá te dure entre 15 y 20 años, elígelo con armazón de acero y muelles.Para el relleno, las plumas son confortables, pero acaban saliéndose y el sofá se deforma. El poliéster ha sustituido a la gomaespuma con buenos resultados. El látex es antialérgico y transpirable, pero es un 20% más caro.