Pasamos por la plaza del Ayuntamiento y damos la vuelta para ir de nuevo hacia la playa. Mercedes Solano suele coger el bus todos los viernes y me cuenta que «tarda un poco» y que ha llegado a esperar media hora.

Del Ayuntamiento a la playa viaja poca gente. Nerea, de 18 años, lo suele coger en la avenida de Aragón para ir hasta su instituto, que queda en dirección a la playa. Dice que «pasa seguido y es muy puntual».

Gina, en cambio, lo coge para ir a trabajar, vive en el Cabanyal y me explica que es la única línea que pasa por su casa: «He tenido que esperar hasta 20 minutos y, cuando llega el invierno, pasan aún menos autobuses».

El conductor me comenta que, a partir de los primeros días de junio y durante los fines de semana, viajan muchísimos «playeros» y la frecuencia de la línea sigue siendo la misma, por lo que los autobuses van muy llenos.

A las 17.25 horas, llegamos a la playa y damos la vuelta de nuevo hacia el centro. El calor continúa siendo insoportable y el aire refresca muy poco. Media hora después, llego a mi parada de Ernesto Ferrer y Aragón. Nota: 5.

Las viajeras

Carla Romero Es estudiante.

«Suelo coger este autobús para ir hasta la playa. No tarda demasiado. De hecho, alguna vez he cogido el autobús número 30 para hacer este recorrido y he tenido que esperar más».

Ainhoa Expósito Tiene 20 años y está estudiando.

«Cojo este autobús a menudo para llegar hasta el instituto todas las tardes. Es bastante puntual y viene siempre a la misma hora, con lo que no suelo tener problemas».