Efectivos del Seprona de la Guardia Civil han levantado seis actas-denuncia a la Ley de Caza de Castilla y León a un vecino de La Ribera, de 50 años, al que sorprendieron realizando prácticas furtivas con una jaula trampa y un reclamo de perdiz roja (Alectorius rufa), según informan fuentes de la Subdelegación del Gobierno de Burgos.

El Seprona de Huerta del Rey tenía sospechas de que en un paraje de la comarca ribereña se podían estar produciendo actividades prohibidas en relación a la caza. Por este motivo, en prevención de posibles prácticas furtivas, intensificaron los servicios dirigidos a la localización e identificación del supuesto autor o autores.

Así, observaron a un hombre, que carecía de Licencia de Caza en vigor para ejercer la actividad en la región, mientras manipulaba un enrejado en el campo. Al aproximarse para identificarle le sorprendieron con una jaula metálica para trampeo, con cuatro compartimentos y dispuesta para la captura de animales.

En el centro de la celosía se ubicaba, en el interior de su propia jaula, un macho de perdiz roja (Alectorius rufa) que hacía de reclamo.

Esta modalidad de caza está prohibida en Castilla y León, ya que perjudica el emparejamiento de perdices en la zona, cuya especie se encuentra en celo en esta época.

Peligro para otras especies

Con el canto de esta ave se pretende atraer bien a hembras o a otros machos de la misma especie, aunque también pueden quedar retenidos otros animales, ya que este tipo de jaulas trampa no discrimina entre la fauna, por lo que cualquier mamífero o ave de pequeño o mediano tamaño puede quedar atrapado.

Adicionalmente a la confección de las denuncias administrativas (seis) por las infracciones observadas, los hechos han sido puestos en conocimiento de la Fiscalía de Medio Ambiente por si pudieran ser constitutivos de algún tipo de ilícito penal.