Un rescate lleno de demoras: ¿se podrían haber salvado los dos espeleólogos muertos?

Imagen de la televisión marroquí 2MTV del traslado al hospital de Uarzazate del policía Juan Bolívar Bueno, el único de los tres espeleólogos españoles que cayeron a un barranco del Atlas marroquí y que sobrevivió al accidente.
Imagen de la televisión marroquí 2MTV del traslado al hospital de Uarzazate del policía Juan Bolívar Bueno, el único de los tres espeleólogos españoles que cayeron a un barranco del Atlas marroquí y que sobrevivió al accidente.
EFE
Imagen de la televisión marroquí 2MTV del traslado al hospital de Uarzazate del policía Juan Bolívar Bueno, el único de los tres espeleólogos españoles que cayeron a un barranco del Atlas marroquí y que sobrevivió al accidente.

La muerte de dos de los tres espeleólogos que llevaban desaparecidos desde la semana pasada en una región montañosa del sur de Marruecos ha puesto en entredicho la rapidez y efectividad tanto en las labores de rescate como en la coordinación entre las autoridades marroquíes y españolas en dicha operación de salvamento.

Compañeros y familiares de los espeleólogos, la Federación Andaluza de Montañismo y especialistas del equipo de Rescate de Bomberos de Granada han coincidido en señalar, un día después de que se conocieran las identidades de los fallecidos y se hubiera rescatado al único superviviente, las trabas puestas por el Gobierno marroquí para que otros dispositivos ayudaran a evacuar a los españoles, así como en la tardanza del Gobierno español a la hora de poner los medios necesarios.

Casi 48 horas pasaron desde que España realizó gestiones para mandar equipos de ayuda a Marruecos hasta que las autoridades de ese país aceptaron recibir refuerzos españoles. Pese a las dificultades del rescate por tratarse de una zona de difícil acceso, no fue hasta el domingo cuando el Gobierno marroquí autorizó la entrada del avión de la Policía Nacional, que llevaba desde el viernes preparado, para dirigirse a la zona del suceso con equipamiento y siete agentes especializados.

Cinco días desaparecidos en el Atlas marroquí

El agente de policía nacional Juan Bolívar, el inspector jefe de la Policía Nacional de Almería, José Antonio Martínez, y el abogado Gustavo Virués viajaron hasta Marruecos en un grupo organizado procedente de Sevilla y compuesto por nueve personas. El viaje había sido planeado durante dos meses, los tres estaban preparados técnica y físicamente para afrontar la expedición —según detallaron sus familias— y en el momento de su desaparición no estaban acompañados de un guía profesional.

Los tres se separaron del grupo el pasado lunes, quedaron en encontrarse esa misma tarde o el martes y, tras no saber nada de ellos, el jefe de la expedición presentó la denuncia el miércoles ante la Gendarmería marroquí y avisó al Consulado.

Se cree que los tres espeleólogos formaban parte de una "cordada" que escalaba el barranco —ubicado en la cordillera del Atlas— y que uno de ellos perdió pie, arrastrando a los otros en la caída, aunque este extremo no ha podido ser confirmado todavía por el único superviviente, Juan Bolívar.

El viernes, un día antes de ser localizados, la mujer de José Antonio Martínez, Julia Ordóñez, solicitó ayuda al Gobierno de España para encontrar a su marido y a los dos acompañantes desaparecidos: "No dudamos del trabajo que realizan desde Marruecos y se lo agradecemos, pero pedimos al Gobierno de España que se desplace y actúe también en la búsqueda", ha agregado.

Localizados el sábado

El resto de integrantes del grupo, que pasaron la noche del viernes en la montaña para ayudar en la búsqueda, fueron los primeros en encontrar a sus compañeros el sábado, en el fondo de un barranco de 400 metros de profundidad, con paredes muy estrechas en algunos puntos y en los que desplazarse es extremadamente difícil.

Nada más ser localizados, un equipo integrado por la Gendarmería Real marroquí, Protección Civil y dos médicos se dirigió hasta el acantilado, situado en la localidad de Tarmest, perteneciente al poblado rural de Iminulauen, en la región de Uarzazate. Al no poder aterrizar el helicóptero en esta zona montañosa, el equipo de la Gendarmería marroquí tuvo que llegar a pie hasta donde se encontraban los montañeros, con lo que hasta la tarde del sábado no llegaron al punto exacto para socorrerlos.

Fue entonces cuando se pudo comprobar que uno de ellos había fallecido, si bien no se confirmó la identidad hasta el domingo. Se trataba del abogado gaditano de 41 años Gustavo Virués.

Los otros dos permanecían con vida el sábado, aunque las autoridades marroquíes aseguraban que ambos estaban heridos y habían recibido primeros auxilios en el lugar. El domingo se confirmó que sólo uno de ellos estaba herido, José Antonio Martínez, con una fractura en una pierna y una contusión en la cabeza, mientras que el segundo, Juan Bolívar, estaba ileso.

Sin embargo, compañeros de los espeleólogos y expertos montañeros aseguran que la demora en el rescate pudo ser la causa de que finalmente José Antonio Martínez falleciera, al no poder superar la gravedad de sus heridas.

48 horas esperando la autorización de Marruecos

Desde el viernes, Interior llevaba realizando gestiones al más alto nivel para que pudieran entrar equipos españoles a Marruecos, mientras que ese mismo día se desplazó a la zona un subinspector de apoyo operativo de la Consejería de Interior de la embajada de España en ese país.

Ya el viernes por la noche un avión español estaba preparado para contribuir a la búsqueda, y aunque tenía previsto partir el sábado con siete agentes de las fuerzas de seguridad —cuatro agentes del servicio de montaña de la Guardia Civil y tres policías nacionales del Grupo Especial de Operaciones—, sólo se desplazarían hasta allí cuando Marruecos lo autorizara al considerar necesaria su ayuda, y eso no ocurrió hasta el domingo a mediodía, casi 48 horas después.

El avión llegó a Uarzazate el domingo sobre las 16.30 hora local —las 17.30, hora peninsular española—. Desde allí, los agentes tuvieron que viajar otra media hora en helicóptero al lugar del accidente, y caminar otros 45 minutos para acercarse al barranco donde estaba. Dado que la noche cae a partir de las 19.30 h en esa zona, cuando el equipo español de rescate llegó al barranco sólo pudo hacer un reconocimiento de la situación y se vio obligado a aplazar los trabajos hasta la primera hora del domingo por falta de luz.

La tardanza en recibir la autorización marroquí fue criticada este lunes también por uno de los compañeros de los espeleólogos fallecidos: "La Guardia Civil llegó a la zona ayer por la tarde —en referencia a este domingo—, después de una semana porque no les dejaban entrar en territorio marroquí".

Sin embargo, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, defendió a las autoridades marroquíes al asegurar que éstas entendieron que podían rescatar a los espeleólogos españoles por sus propios medios y en cuanto pidieron ayuda España envió a efectivos de Guardia Civil y Policía Nacional.

El director del Consejo Provincial de Turismo de Uarzazate, Zubeir Bouhout, culpó a los espeleólogos de "correr un riesgo enorme aventurándose en esa zona sin un guía profesional", dijo.

Denuncian la demora de Marruecos en los permisos

No sólo el avión de la Policía Nacional tuvo que esperar casi dos días para actuar en la zona. Según han denunciado desde el equipo de Rescate de Bomberos de Granada, así como la Federación Andaluza de Espeleología, las autoridades marroquíes les negaron la ayuda ofrecida para colaborar en la evacuación de los montañeros.

José Enrique Sánchez, portavoz de la Federación Andaluza de Espeleología, aseguró este lunes en una entrevista a la cadena Cope que su organización tenía preparado desde el viernes "a primera hora" un operativo para ayudar en el rescate, pero que se encontraron con una "negativa constante" de las autoridades alauíes. "No nos han dejado", se lamentó.

El domingo, antes de conocerse la muerte del segundo de los montañeros, un "grupo de elite preparado" también esperaba en el sur de Marruecos, equipados y con material para una evacuación, el permiso del Gobierno marroquí para participar en el rescate de sus compañeros, según detalló Antonio Manuel Ávila, uno de los miembros del equipo de Rescate de Bomberos de Granada. "Lo grave ahora es que los espeleosocorristas, altamente cualificados y con material de sobra, estén retenidos y no participen por falta de permisos", alertó Ávila.

Por su parte, para el presidente de la Federación Andaluza de Montañismo (FAM), Julio Perea, "el desenlace podría haber sido otro" si el operativo del Gobierno español hubiera actuado antes en la zona.

José Morilla, compañero de los espeleólogos fallecidos, aseguró este lunes en una entrevista a Canal Sur Radio que "Gustavo Virués ha muerto en la montaña, pero a José Antonio Martínez lo han matado entre el Gobierno español y el marroquí". Al Gobierno de España lo acusa de "no haber puesto los medios necesarios para poderlo rescatar".

Morilla calificó los hechos de "pesadilla" y aseguró que "José Antonio se ha tirado seis días y medio en lo alto de una piedra rodeado de nieve desde que dimos la voz de alerta el miércoles, y no han hecho absolutamente nada por sacarlo". También insistió en que no disponían del material necesario para rescatarlos y en que han estado en contacto permanente para solicitarlo a la embajada española, que "siempre decía que sí, que estaba en ello, pero al final no traían nada. Ni medios, ni helicóptero ni nada", se queja.

Considera que, de haber contado con los medios adecuados, el tiempo para acceder a la zona en la que se encontraba José Antonio hubiera sido menor. Sin embargo, "lo dejaron durmiendo en la pared toda la noche en las condiciones que estaba y al final ha muerto".

Rescate del superviviente y de los cuerpos

Juan Bolívar, el único excursionista superviviente, fue rescatado este domingo y trasladado a una clínica en Uarzazate, la ciudad más cercana al lugar de la tragedia. Bolívar, agente de policía de 27 años, llegó aproximadamente a las 00.15 hora local (una hora más tarde en la España peninsular) en una ambulancia escoltado por la Gendarmería Real marroquí a la clínica Chifa, donde le esperaban varios diplomáticos españoles y familiares.

Según declaró el director del Consejo Provincial de Turismo de Uarzazate, "fueron elementos de la Protección Civil marroquí, apoyados por agentes de la Gendarmería Real, quienes salvaron y rescataron al único superviviente".

Fuentes diplomáticas españolas aseguraron este lunes que Bolívar se encuentra físicamente bien, pero sufre de hipotermia y de estrés postraumático (vio morir a sus dos compañeros), por lo que su reposo es imprescindible.

Este lunes, las autoridades marroquíes en colaboración con los especialistas de la Policía Nacional y la Guardia Civil lograron rescatar los cadáveres de los dos montañeros, mientras que el embajador de España en Marruecos se ha puesto en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país magrebí para que agilice los trámites de repatriación de los fallecidos y del compañero que pudo ser rescatado con vida.

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