«La reducción horaria es una medida arcaica que busca mejoras laborales para los docentes, pero que no tiene en cuenta lo mejor para los niños», aseguró ayer Teresa Paniello, presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Aragón (Fapar).

En Cataluña, esta hora extra se dedica a actividades de repaso y refuerzo para mejorar el rendimiento de los escolares. El departamento de Educación ya ha anunciado que impondrá este modelo en los colegios aragoneses «a lo largo de la nueva legislatura».

Padres que trabajan

Los padres tampoco ven con buenos ojos la propuesta de ampliar las vacaciones de Semana Santa. «El calendario escolar tiene que facilitar la conciliación laboral y familiar de los padres que trabajan. Ahora tenemos pocas alternativas, pero si siguen aumentando las vacaciones, no nos quedará ninguna», concluyó Paniello.

Críticas a la asignación de plazas

La asignación de plaza escolar a los niños que no habían conseguido entrar en el colegio elegido como primera opción ya ha despertado quejas entre los padres. Mientras los miembros de la comisión de garantías aseguran que no pueden escolarizar «a la carta» a los niños, la mayoría de las críticas se centran en la lejanía del centro que les han asignado. Los padres de los niños de infantil y primero de primaria pueden matricular a sus hijos hasta el 8 de junio en los centros asignados. Si no los inscriben, perderán automáticamente la reserva de plaza para el curso que viene.